La reina Isabel II llama a una reunión urgente a los príncipes Carlos y Guillermo

Mientras el príncipe Harry y Meghan Markle ya piensan en su futuro independiente del dinero público de los británicos (ella parece haber encontrado un trabajo gracias a Disney, que tiene buen ojo para aprovechar las oportunidades y explotarlas), la reina Isabel II y los príncipes Carlos y Guillermo se han pasado el fin de semana buscando soluciones para este nuevo lío.

Desde hace muchos meses, la casa real británica, siempre tan seria y recta, se ha metido en una espiral de polémicas y entuertos de la que no son capaces de salir. La monarca, lo sabe. Está preocupada. Y la decisión de los duques de Sussex le sentó como un jarro de agua fría, hasta el punto de que, mediante comunicado, les advirtió que era una situación compleja y que necesitaba tiempo.

A la vista de que su nieto y su mujer han dado otro paso más al frente, en una demostración de que van muy en serio en ese nuevo camino elegido, la reina Isabel ha llamado a su primogénito y a su nieto Guillermo en Sandringham, donde se estableció estas Navidades y permanecerá hasta el 2 de febrero, para abordar esta crisis.

Pretenden establecer los términos en los que se producirá el Megtrix, término que han acuñado para referirse al abandono de los deberes reales de Meghan y Harry, y que dejan claro quién parece haber llevado la voz cantante en el ‘divorcio’ institucional después de un año muy complicado haciendo frente a rumores en prensa. El príncipe ha sido tajante: no piensa permitir que su esposa termine como su madre, y señala a la prensa, directamente, como máxima responsable de aquel accidente que le truncó la infancia.

Algunos medios sostienen que la reunión es inminente, y que, bien en esta primera toma de contacto o en una segunda, se tendrá en cuenta también a Harry y a una Meghan que regresaba la semana pasada a Canadá tras solo tres días en suelo británico, y que se uniría vía telefónica.

Los expertos en protocolo real sostiene que, si bien la reina Isabel está profundamente molesta, su pragmatismo es lo que ha llevado a que trate de llegar a la solución más rápida y beneficiosa para la corona. ‘The Sunday Times‘ recoge el testimonio de un amigo de Guillermo que sostiene que este ha tirado la toalla con él después de muchos años tratando de reconducirle.

Mientras se llega a ese acuerdo, lo que más parece inquietar es el punto en el que Harry ha insistido que no es una desvinculación total, sino que pretende mantener ciertas obligaciones con los Windsor, lo que ha dejado sobre la mesa ciertas cuestiones que preocupan por igual a su familia y a los británicos. Por ejemplo, si dejará de cobrar por completo del dinero público, tal y como dijo. O si, a pesar de mudarse, mantendrán su casa en Frogmore Cottage, porque parece que el hijo pequeño de Lady Di vivirá a caballo entre, presumiblemente, Canadá y Reino Unido.

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