Si hay una figura del deporte que despierte interés, por lo que representa y por cómo ha mantenido a buen recaudo sus secretos, esa es la de Michael Jordan. Gracias a Netflix, muchos de los detalles más privados de la gran estrella del baloncesto han salido a la luz estos días en ese documental que la plataforma está emitiendo bajo el título de ‘The last dance’.
Pero si hay una cosa que ha llamado la atención, es que no hay ni rastro (ni mención si quiera) a la mujer con la que comparte su vida Michael desde hace años, desde 2013 para más señas. Se llama Yvette Prieto y ocupó su corazón después de que su matrimonio con Juanita Vanoy terminara en 2006, tras década y media juntos.
A esta tuvo que pagarle más de 160 millones de euros cuando disolvieron el matrimonio, así que, con Yvette, se curó en salud y ya incluyó una cláusula en su contrato prematrimonial para evitar otro disgusto de índole económica. En resumidas cuentas, esta no tiene acceso al patrimonio del deportista. Algo a lo que accedió sin problemas.
Cuando Jordan le hizo firmar aquellos documentos, Prieto no era una desconocida para el público español. Poco antes, habíamos podido verla en algunas fotografías como pareja de Julio José Iglesias. Un romance que no fue muy duradero, pero sí lo suficiente como para que haya una figura femenina que una a dos hombres tan diferentes como ellos.
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