Uno de los grandes problemas que tienen las redes sociales, es que uno puede obsesionarse con la imagen hasta el exceso. No solo nos referimos a los retoques que se hacen en las fotos, sino los que se hacen en el cuerpo algunos. Y hay famosos que, por esa imagen que dan en las mismas, preocupan a sus seguidores. En esa tesitura se encuentra en estos momentos Anabel Pantoja.
Hasta el punto de que hay quienes están empezando a verle un parecido más que razonable a su tía Isabel. Y lo cierto es que, en algunas de esas fotos que comparte en su Instagram, se da un aire que se debe a una mezcla entre el paso del tiempo y la cantidad de retoques estéticos que se ha realizado últimamente.
Sobre todo, desde que comenzara a ser imagen de una clínica estética (con la que también trabajan Gema López y Makoke, otros dos rostros más que reconocibles de Telecinco). En el último año, Anabel se ha modificado la nariz y los pómulos, se ha disimulado las ojeras y se ha hecho un retoque para acabar con las estrías.
Una cantidad de tratamientos en mano de los profesionales médico-estéticos que han provocado que su entorno se preocupe por la obsesión que parece estar empezando a tener por su físico. Sobre todo, por su edad: tan solo tiene 33 años. ¿Realmente lo necesita? Parece que hasta los especilistas que la tratan le han recomendado que espacie más las visitas…
Es cierto que muchos de los cambios que ha experimentado desde que la conocimos se deben a la pérdida de peso que comenzó en 2013, cuando se puso esa banda gástrica que tuvo que recolocar el pasado verano.
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