Hace un par de semana, a Antonio Montero le hicieron pasar una mala tarde en ‘Sálvame’. Le anunciaban que alguien quería contactar con él, que tenían una sorpresa que no sabían si sería de su agrado. Celoso de su intimidad, advertía que, si era algo que le incomodase y cruzase la línea de lo que él considera tolerable, se iría del programa para siempre.
Su cara fue indescriptible. Tras hacer un recorrido por su vida amorosa, le presentaban a Lola, una abogada andaluza que le había echado el ojo y había grabado un vídeo de presentación para que en el espacio de Telecinco se lo pusieran al hombre del que ha quedado prendada.
Ayer tuvieron una primera cita. Las cámaras de ‘Sálvame’ estaban presentes cuando Antonio llegó al bar en el que habían quedado para verse y podíamos ver la primera reacción de ambos, bastante nerviosos -ella más que él-. Montero le preguntó cómo había surgido ese interés y Lola se lo contaba ocultando la mitad de su cara con el pelo.
Aunque a ninguno de los dos les hacía gracia la idea de las cámaras, Paz Padilla, que ayer presentaba el programa, advirtió que hoy se ofrecería un reportaje más amplio de cómo se lo pasaron y si entre ellos surgió la chispa del amor o no.
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