Después de doce años viviendo en Marruecos, Kitin Muñoz y Kalina de Bulgaria se despiden de su oasis particular para instalarse en Bulgaria junto al rey Simeón y después de que el gobierno haya devuelto a su familia la propiedad del palacio Tsarska, que tantos y buenos recuerdos tiene para la princesa. Junto a su hijo comienzan una nueva vida con importantes escalas en Madrid.
Hoy Corazón Siempre han sido felices en Marruecos. ¿Qué les ha hecho tomar esta decisión de cambiar su residencia?
Kalina Mi amor por mi padre el Rey, mi amor por Bulgaria y lo feliz que es mi hijo en su tierra natal.
H. C. Han sido 12 años en Marruecos, donde llegaron cuando su hijo tenía apenas un año. ¿Cuántos recuerdos se llevan?
K. Nuestro hijo tenía casi dos años cuando llegamos a Marruecos. Me llevo más de una década de recuerdos. Una de las mejores experiencias que nos llevamos ha sido cuando hemos convivido con las tribus saharauis gracias al Moussem de Tan Tan, el festival de 35 tribus del Sahara rescatado por Kitin como Embajador de la Unesco, y que fue posible gracias al rey Mohamed VI. La Unesco lo declaró Patrimonio de la Humanidad. También como jinete profesional he tenido la suerte participar en competiciones nacionales e internacionales por todo el país. En su día propuse al rey que la Tbourida, una exhibición tradicional de caballería donde los guerreros jinetes disparan a la vez el fusil, fuese propuesto como candidatura a Patrimonio de la Humanidad y así se hizo. Pero sin duda lo más gratificante es ver a nuestro hijo hablar y escribir el árabe. Son muchas experiencias que me llevo para siempre.
H. C. Sus vidas siempre han estado marcadas por la aventura, donde Kitin es todo un experto. ¿Cuál cree que es la gran aventura de su vida?
K. No hay una sola gran aventura… Ahora, por ejemplo, cumplo un sueño regresando a Bulgaria donde me casé, tuve a mi hijo y me hace muy feliz que, si Dios quiere, empiece el colegio en Sofia.
H. C. También van a pasar más tiempo en Madrid, donde tienen familia y amigos. ¿Necesitaban recuperar sus raíces?
K. Vivir entre dos países es una experiencia enriquecedora. Madrid nos gusta mucho y queremos que nuestro hijo conozca España. Nuestras raíces son profundas y están bien regadas…
H. C. Tienen una relación excelente con el rey Mohammed hasta el punto que su único hijo lleva el nombre de su padre. ¿Qué cree que echarán más de menos?
K. Quise llamarle Simeón Hassan en honor a la amistad entre el rey Hassan y mi padre, el rey Simeón, y por supuesto por el cariño que tengo desde niña al rey Mohamed VI. Te aseguro que le echaremos mucho de menos.
H. C. Se nota que tiene una relación muy estrecha con su padre el rey Simeón, y es que es la única niña de la familia. ¿Como me describiría esa unión?
K. Admiro, adoro y quiero con locura a mi padre. Entre nosotros con una mirada basta para entendernos. Mi padre es joven de espíritu y me entiende muy bien. Siempre ha sido mi gran apoyo. Cuando paseo con él por Bulgaria me siento orgullosa de ver cómo le quieren los búlgaros, cómo le respetan.
Me llevo una década de recuerdos de Marruecos
H. C. Estos días han recibido la buena noticia de que tras muchos años, la Justicia de Bulgaria les ha devuelto el palacio de Tsarska perteneciente a su familia. ¿Qué le supone volver a ese palacio?
K.
En el Palacio de Tsarska Bistrica me casé, viví mi embarazo y creció Simeon Hassan durante casi dos años. Me gusta perderme por esos bosques, recorrer las montañas a caballo, ir al pueblo de Borovets y de Samokov a ver los mercados, las calles, la gente…
H. C. Tengo entendido que va a trabajar en el museo que su padre ha fundado en Bulgaria y al que ya ha hecho varias donaciones con sus pertenencias. ¿Cuál será su labor?
K. El museo es una iniciativa de mi padre. Ayer lo visité con el señor Schalafov, director de la Fundación del Patrimonio Histórico Rey Boris y Reina Giovanna, que está haciendo una gran labor. Quiero aportar mi granito de arena para que se conozca internacionalmente: estoy trabajando en diseñar una visita virtual del Museo Vrana Palace y con el consentimiento del Rey preparamos una sala con las nuevas tecnologías.
H. C. Siempre ha sido una mujer muy diferente y con un estilo único. ¿Dónde de inspira para sus estilismos?
K. No me inspiro en nada, depende de mi estado de ánimo.
H. C. Gran amazona y deportista, supongo que estas costumbres seguirán en su nueva vida…
K. El entrenamiento es parte de mi vida, tan importante como respirar. Como amazona claro que sigo con mis caballos pero también tengo diez perritos, dos gatos, una burrita y dos caballos de salto de obstáculos. Rescataba tortugas del bosque de Dar Salam y las cuidaba en el jardín de casa para después soltarlas de nuevo en la naturaleza. Kitin y yo estamos colaborando, uniendo nuestros esfuerzos, con la Fundación Falcao Uno Sea Proyect, que lucha contra la catástrofe que está ocurriendo con la fauna marina en el Mediterráneo. Los objetivos son ayudar a la fauna marina herida de muerte por la acción del hombre —como sanar las tortugas marinas— así como recuperar redes fantasmas abandonadas o la limpieza de fondo marino de plásticos.
H. C. ¿Qué sueños le quedan por cumplir?
K. Seguir viendo crecer a nuestro hijo en Bulgaria y viajar juntos en las expediciones de Kitin.
H. C. Junto a su marido forman una pareja estable y duradera, algo que no deja de ser toda una suerte. ¿Dónde está el truco para que el paso del tiempo no haga mella en la relación de pareja?
K. No hay secretos, solo amor y respeto. Amar es querer lo mejor para la persona que quieres.
H. C. ¿Cuál es el mejor consejo o enseñanza que le puede dejar a su hijo?
K. Que al elegir su vida escuche a su corazón, que sea disciplinado y generoso con el prójimo.
H. C. ¿Dónde siente que está su casa?
K. En Bulgaria y en Madrid, pero me siento bien allá donde vaya.
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