Desde Olite y para Sálvame, Julio Ayesa fue muy conciso pero muy claro sobre el motivo por el que Juan Carlos I no regresa de Abu Dabi: "El rey no vuelve a España porque no quiere que le llamen ladrón". Casi a eso se redujo su intervención en el programa de Mediaset, donde apareció desde su casa palacio de Olite (Navarra) donde recibió a la periodista Carmen Duerto. De esa manera, aparecía en televisión el hombre que nunca ha dado una entrevista a pesar de poseer una de las agendas más caras del mundo que incluye nombres como el de Julio lglesias, a quien se encargó de presentarle a Isabel Preysler); el de Simeón de Bulgaria o el actores y actrices de medio mundo, incluido Alain Delon.
Y por supuesto, el del emérito, de quien fue compañero en su jura de bandera en Zaragoza en 1955y unos después, en las aulas donde ambos cursaron Derecho, aunque Ayesa siguió su formación en Oxford estudiando Leyes mientras el rey ya tomaba rumbo a una vida familiar y se casaba con Sofía de Grecia: Además de estudiar con Juan Carlos en Madrid, pasaba temporadas en Suiza, sobretodo en invierno, donde esquiaba conJohn Fitgerald Kennedy, pues con esta saga tuvo mucho contacto al ser Ayesa muy amigo de las dos hermanas del presidente, Pat y Eunice Kennedy.
Soltero empedernido, no ha trabajado como abogado, pues enfocó su carrera profesional hacia la relaciones públicas, profesión las que tenía tres cualidades fundamentales: una buena planta, una buena agenda y una discreción a prueba de bombas. Así fue como llegó a organizar las mejores fiestas. Entre ellas, como reportajeaba en estas páginas Eduardo Verbo, la de inauguración de Puerto Banús, hace ya más de medio siglo. Como relaciones públicas del complejo turístico marbellí por excelencia, entabló y afianzó relaciones con gente de la jet set como Jaime de Mora o Gunilla von Bismarck. Pero su onda expansiva es mucho más amplia y por eso entre sus amigos están también personajes como Ana Obregón, a quien llevó al Baile de la Rosa en Mónaco, donde Ayesa conoció a Grace y Rainiero.
Como buen relaciones públicas, Ayesa ha sabido mantener su red de conocidos, saludados y amistades, y por eso, aunque su relación con Preysler se hizo más profunda a raíz de la relación con Julio Iglesias, la mantuvo cuando ambos se separaron yla sigue manteniendo hoy, siendo amigo también de Mario Vargas Llosa. Por la misma razón, mantiene lazos estrechos con Iglesias y con el segundo esposo de Preysler, Carlos Falcó: a Ayesa se le puede ver en la última foto que hay del marqués de Griñón antes de morir a causa del covid. La toma es del 7 de marzo de 2020, y ambos se les ve acudiendo juntos, en compañía de Ester Doña, a una corrida de toros en Illescas (Toledo). Esa afición es la misma que le une a la infanta Elena la hija de Juan Carlos con quien más relación ha tenido el navarro.
Alguien bueno en su oficio, ve, apunta, calla y no tiene ideología. O si la tiene, la esconde: porque siendo amigo de los Kennedy, Ayesa también lo es de la familia Franco. Con el nieto del dictador, Francis Franco, con quien ha coincidido en fiestas, becerradas (en casa ni más ni menos de que Luis Miguel Dominguín) y en 2018 fue uno de los que no faltó al funeral de la Carmen Polo, duquesa de Franco, donde la ausencia de los reyes eméritos fue muy comentada.
Su gran amiga, sin embargo, fue Cayetana Fitz-James Stuart, la duquesa de Alba. A ella no le hacía falta que él le organizara las fiestas y si algo le gustaba de la aristócrata era la naturalidad con la que mezclaba gentesy ambientes: "Otra cosica eran las juergas que preparaba Cayetana rodeada de gitanos o las reuniones en casa de Terenci Moix o Mingote”, contó en 2009 en El Semanal Digital, donde se quejaba de que los ricos de ahora no son comos los de antaño. "La alta sociedad, sobre todo la de antes, son gente absolutamente normal. Les encanta estar con personas corrientes que no son como ellos. Sin embargo, los ricos de ahora sólo se juntan con gente adinerada. El de Campofrío viaja con el de El Pozo y el de Zara con el de Mango. Son súper aburridos. No existe nada peor en la vida que la gente aburguesada con pretensiones."
Su actividad principal se desarrolló entre los años 60y 80 pero en algunas crónicas La Vanguardia firmadas por Josep Sandoval a principios de los 90 aún aparece su nombre llevando a los periodistas a tomar una copa en el Pavillon Ledoyen de París para presentarles a estrellas como Jean Paul Belmondo, que lo había fichado para buscar patrocinio para uno de sus hijos, que entonces planeaba participar en el rally París-Dakar. Aunque gran parte de su vida la ha pasado viajando o en Madrid, hoy vive en Olite, su pueblo natal, en la espectacular casa-palacio próxima al castillo medieval de la ciudad navarra donde nació hace más de ocho décadas. En esa tierra, le concedieron la prestigiosa medalla de Carlos III por ser un Navarro Universal en 2016. Y desde allí y en directo, el siempre discreto Ayesa, dio la razón por la que su viejo amigo, el rey emérito, no quiere volver a España: "Para que no le llamen ladrón".
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