La Reina de Inglaterra ha retomado su agenda pública, y lo hecho para una de las citas con mayor tradición en el calendario real: el acto que marca la cuenta atrás para el comienzo de los Juegos de la Commonwealth, que se celebrarán en Birmingham del 28 de julio al 8 de agosto de 2022. Se trata del primer evento de relevancia que tiene lugar en el Palacio de Buckingham desde que diera comienzo la pandemia el pasado 2020.
Una ocasión con gran significado donde la monarca británica ha recurrido a un llamativo tono naranja para el look que le acompañaba, formado por abrigo largo de corte recto y sombrero a juego. Para completar la propuesta y también homenajear al difundo duque de Edimburgo, Isabel II ha recuperado del joyero uno de sus broches más significativos en forma de flor de Cartier.
Una pieza con una historia de película que recibió el día de su boda, junto a un collar, de la mano de Nizam de Hyderabad Rose, aunque la soberana ya había elegido con anterioridad tras observar una gran selección de joyas.
La historia detrás de este significativo broche
Lo que ahora Isabel II luce como broche en realidad formaba parte de una espectacular tiara que ella misma «desmanteló» en la década de los 70. En concreto, esta es una de las tres piezas que adornaban aquel diseño y que ahora la monarca utiliza como broches de forma particular -mientras la elección de hoy, con un tamaño mayor, la lleva en solitario, los otros dos broches suelen ir de la mano-.
Asimismo, el collar que también recibió de manos de Nizam de Hyderabad Rose si lo mantiene en su forma original, incluso Kate Middleton lo ha llevado en algunas ocasiones en la última década.
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