- El portero del Oporto ha explicado cómo vivió el infarto que sufrió el 1 de mayo de 2019 del que está a punto de cumplirse un año.
- El marido de Sara Carbonero, que opta a la presidencia de la Federación Española de Fútbol, ha confesado que no sabe si podrá volver a jugar al fútbol de manera profesional.
Iker Casillas ha rememorado uno de los episodios más duros de su vida: el infarto que sufrió el 1 de mayo de 2019. Cuando está a punto de cumplirse un año desde su ataque al corazón, el portero del Oporto ha realizado varias declaraciones sobre el que fue su problema de salud más grave y que hizo que tuviera que abandonar los terrenos de fútbol por prescripción médica. En un directo por Instagram con Michel, quien fuera su compañero en el Real Madrid y que ahora entrena con Pumas de México, el marido de Sara Carbonero ha reconocido que es difícil que pueda volver a jugar al fútbol de manera profesional. «Volver a jugar va ser difícil. Hace un mes hice una prueba de esfuerzo y fue bien. Tenía una cita con el médico en abril, pero no ha podido ser por esto» y reconoció su nueva ilusión laboral: la Real Federación Española de Fútbol. «Quiero presentarme a la presidencia de la Federación, pero lo importante es acabar con la pandemia», añadió.
Además, el futbolista también ha hablado de su situación en los medios oficiales del Oporto, su actual club. «Después del ataque al corazón, estuve triste durante aproximadamente un mes, tenía miedo de caminar, dormir y hacer algún esfuerzo físico. Era imposible. Ahora no estoy preocupado, me siento bien. Pero también tengo mucha medicación que me hacen sentir bien. Creo que solo los médicos pueden decir lo que puedo o no puedo hacer», contó. Casillas reconoce que, tras el susto de su infarto, su escala de cosas importantes cambió por completo. «Empecé a valorar más los momentos. A veces, nosotros, los jugadores, no valoramos lo que tenemos y no creemos que podamos hacer felices a mucha gente y eso ha cambiado un poco», reconoció.
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