Irene Rosales lo tiene claro y, a la vez, está harta. Tanto, que preguntada por la prensa, no dudaba en manifestar, de manera contundente, que la rubia (se llama Sandra y, actualmente, reside en Suiza) con la que se ha relacionado a Kiko Rivera en los últimos días tras un bolo en A Coruña, va a recibir una demanda. No tiene claro si será suya o de su marido, pero sí que van a ir por la vía judicial.
Ella fue la primera en hablar, y esa misteriosa rubia, de la localidad coruñesa de Padrón y de quien dicen bajó de una furgoneta junto con Kiko y un amigo y se metieron en un hotel de la capital gallega, ha querido hablar también. Por alusiones, la joven ha querido dar su versión de unos hechos que habrían sucedido el pasado 4 de enero y que ella tiene bastante distorsionados en su memoria.
Ha sido en una entrevista concedida a Pepe del Real en ‘El programa de Ana Rosa’ donde ha roto su silencio. «Yo estoy soltera y puedo hacer lo que quiera, pero él tiene una mujer«, dice, echando por tierra las informaciones que apuntaban a que su marido había entrado en el hotel a gritos y aporreado la puerta de esa habitación en la que se alojaban.
«No sé si me lié con Kiko o no», añade, asegurando que no se acuerda de lo que pasó esa noche. Aprovecha para desmentir que esté buscando fama y da réplica a las palabras de Rosales, sosteniendo que no le tiene miedo alguno a esa demanda con la que la ha amenazado.
El tercero en discordia, el hijo de Isabel Pantoja, también se ha pronunciado al respecto de este lío en medio del que se ha visto. Lo ha hecho a través de una publicación en su cuenta de Instagram. Al lado de una foto suya, escribe: «Yo no me rindo. Intentan hundirme, pero no lo consiguen. Me puede quemar el dolor, pero resurjo de entre mis cenizas con esa jodida sonrisa que tengo siempre en la cara».
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