Gloria Camila ha vivido un año de grandes cambios. Según ha contado ella misma, ha sido una etapa de nuevos retos pero también de momentos difíciles, como le punto y final de su relación con Kiko Jiménez.
La hija de Ortega Cano ha querido tomar las redes sociales para hacer una reflexión sobre los momentos vividdos en estos 365 días, y aunque creíamos que su ruptura con Kiko ya estaba superada, parece que aún le queda alguna espinita.
Así lo demuestra su última publicación, «Me despido del año, le digo adiós al 2019 y le digo bienvenido al 2020» y continúa: «quizás mis cagadas, mis fallos, mis errores, la inocencia que me rodea a veces, mi cabezonería, mi orgullo y mi ego, quizás por eso no todo lo hago bien. El paso del tiempo es el único que ha ido poniéndome en el camino correcto, el tiempo ahora es mi más valioso tesoro, este año se puede quedar en la basura, en el trastero, pero no en el olvido».
«Este año me ha aportado pero también me ha quitado, me ha aportado gente que me quiere de verdad, gente que sin conocerme ya me apoyaba, gente que conozco de siempre y nos hemos vuelto a reencontrar, gente que sin esperarme han sido más importantes de lo que nunca llegué a pensar, gente que ha venido y luego se han vuelto a ir, gente que desde la distancia han estado conmigo como si lo estuvieran a 1 metro, también una nueva casa, con tranquilidad, cerca de los míos, comodidad, bonita y especial, mi casa, mi hogar, mi refugio y mi rincón, mi sitio de fiestas, de bbq, de reuniones de amistad, de amistad de verdad, de las que se quedan cuando estas muy jodida, cuando solo necesitas llorar, cuando estás más hundida que nunca porque te han tocado ya, me ha aportado botellas de vino “ Arabe “ y algún que otro gin – tonic acompañado de un cigarro de lucky doble click, algún que otro finde de películas de Netflix, de series, o documentales. Me ha aportado fortaleza, fortaleza de donde no sabía ni que la tenía, me ha aportado fuerza mental y emocional, en momentos que quería derrumbarme, sentarme en el suelo y llorar, pero luego me paraba a pensar : pero glo, si torres más altas han caído, esto no te va a hundir más. Y así he ido, día tras día, con mi gente, con mi casa, mi refugio, mi verano, mis primeros vuelos sola a las 7 de la mañana, y muchos que me quedarán, mis primeros viajes sola en coche, escuchando música y sin preocuparme por si me pierdo, todo recto y hasta que llegue, días empezándolos cuando sale el sol, y acabándolos cuando vuelve a salir, esos días de playa, de terracita, de concierto de starlite súper motivantes, esas lágrimas, pero me ha quitado mucho más, me ha quitado LA MALDAD que me rodeaba. Gracias por eso 2019 , te debo una».
Una reflexión muy extensa, que lanza un lardo envenenado a su exnovio cuando habla de que el 2019 le ha quitado «la maldad» que le rodeaba.
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