El triunfo de la dignidad, el eje de la historia que recoge la película ‘Vida oculta’

Franz Jägerstätter fue un campesino austriaco que vio la maldad del nazismo, se negó a combatir en su defensa, fue ejecutado y, años después, beatificado por la Iglesia Católica. Terrence Malick ha vuelto para recrear su vida y martirio en ‘Vida oculta’. Vemos al principio ‘El triunfo de la voluntad’, de Leni Riefenstahl y el cierre con la cita de ‘Middlemarch’ de George Elliot que da sentido al título. La vida oculta de los que están las tumbas que nadie visita mejoran a la humanidad. El venerado director de ‘Malas calles’, ‘Días del cielo’, ‘La delgada línea roja’ o ‘El árbol de la vida’ condensa en ‘Vida oculta’ su cine. El cultivo de la tierra, la guerra y la ausencia de Dios ante el sufrimiento (“Tu Dios no tiene compasión, nos abandona como hizo con su hijo”, dice al protagonista un compañero de prisión). Puedes amar u odiar a Malick, pero ‘Vida oculta’ es un peliculón que, en la línea del ‘Silencio’ de Scorsese, nos trae el triunfo de la dignidad personal. Y pese a ser muy Malick, también es una narración en orden cronológico. Con las cartas de la pareja como hilo conductor. Aunque las ‘malickinadas’ anden por ahí.

Visita a los enfermos

El último libro de Vicente Valero (1963) siempre es una obligación. Venga, vale, una devoción. La que se tiene por este escritor de estilo y mundo propios. ‘Enfermos antiguos’ (Periférica) es una novela otra vez sobre su infancia, los descubrimientos y las certezas. Sobre su isla natal, Ibiza, sobre el turismo que empieza. Sobre visitar enfermos, eso que hacía con su madre. No tanto como obra de misericordia sino como antigua costumbre social. Y eso le da el pretexto para construir personajes, historias, atmósfera familiar y anecdotario en una sociedad de finales de los 70 a punto de despedir a Franco. Una descripción demoledora de la sociedad de aquellos tiempos y ese mundo que quizá se estaba derrumbando. O quizá solo estaba cambiando

‘Aktion T4’

La T4 no es solo una terminal de aeropuerto, también es (‘Aktion T4’), el proyecto de asesinato y eutanasia forzada de Hitler. 300.000 discapacitados mentales y físicos fueron exterminados. Los responsables de ‘Deustchland 83’ lo son también de la serie ‘Charité en guerra’ (Filmin). Estamos en Berlín en 1943 y el Charité es el hospital más importante de Europa. La doctora Anni Waldhausen y su marido Artur, pediatra e investigador, la perfecta aria, esperan el nacimiento de su primer hijo. Pero la niña, Karin, nace con un problema y deciden ocultarlo, tratando de escapar al peso del régimen nazi sobre lo cotidiano. Anni comparte un cuarto en la maternidad con Magda Goebbels, que se quiere suicidar después de un aborto espontáneo. Ya lo haría más tarde

¿De qué hablamos cuando hablamos de Camille Paglia?

A sabiendas de que hablo de un tocho, no puedo dejar pasar la edición por Deusto de ‘Sexual Personae’, de Camille Paglia. No es una biblia del feminismo porque nada lo es, aunque ella sea una papisa del asunto. Denostada, claro, por el nuevo feminismo zoquete. Del que se ríe. Como se reía de Susan Sontag representando ‘Esperando a Godot’ en un Sarajevo destrozado. ‘Sexual Personae’, publicado originalmente en 1990, es un recorrido erudito por la gran cultura occidental. Una reconstrucción de nuestra civilización. ¿De qué hablamos cuando hablamos de sexo? Crítica de arte, religiones y paganismo. Nefertiti, Elvis, Emily Dickinson, la Mona Lisa, el marqués de Sade, Madonna, Leonardo… El sexo y la cultura. «La sexualidad y el erotismo es el lugar en el que se cruzan la naturaleza y la cultura».


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