El 9 de abril de 2005, el príncipe Carlos de Inglaterra se casaba en segundas nupcias con Camilla Parker Bowles en una ceremonia civil que no estuvo exenta de polémica. Durante más de tres décadas, y con Lady Di por medio, la de ellos fue una historia de infidelidades y polémicas en muchos de los momentos de la misma. Una ceremonia que duró unos 20 minutos y que contó con miles de londinenses en las calles, algunos de los cuales recordaban a Diana de Gales, fallecida casi ocho años atrás.
Hoy, Carlos y Camila celebran su 15 aniversario como matrimonio. En la más estricta intimidad conyugal por exigencias de la pandemia. Quizás este no era el romántico plan que la pareja, que nunca deja indiferente en sus salidas de palacio para cumplir con su agenda real, tenía para este 9 de abril. Pero uno no puede mandar en según qué designios del destino.
Recién recuperado él de ese positivo por coronavirus y en medio de la polvareda que se ha levantado porque hayan elegido trasladarse a Escocia para pasar juntos la cuarentena, han decidido posar para ese pueblo británico al que el príncipe de Gales se dirigió hace una semana para mandarle fuerza y demostrar que ese encontraba bien y al servicio de la nación.
Desde su retiro en Birkhall, en el porche de la casa, Carlos y Camilla, cada uno con un perro en brazos, posaban para que quedase constancia para la posteridad de cómo habían celebrado esos 15 años desde que se dieran el ‘sí, quiero’. Bueno, y para que el ‘community manager’ de Clarence House la compartiera ayer a última hora de la tarde.
«Antes de que mañana se cumpla el 15 aniversario de bodasdel Príncipe de Gales y de la Duquesa de Cornualles, compartimos esta foto de Sus Altezas Reales con los perros Bluebell y Beth de la duquesa. La foto fue tomada hoy temprano en Birkhall«, se puede leer junto a una estampa de lo más tierna que, sin embargo, ha servido al sector más crítico para seguir avivando el debate de si era o no conveniente que viajaran hasta Birkhall para aislarse.
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