Nuevo capítulo en el culebrón de Melyssa Pinto y Tom Brusse. Porque, a pesar de que la emisión de los episodios de esa segunda temporada de ‘La isla de las tentaciones‘ ha llegado a su fin, los debates posteriores sobre el ‘reality’ están dando mucho juego y están ofreciendo muchos detalles que no nos esperábamos. Por ejemplo, que ellos que acabaron mal (muy mal), terminaran pidiéndose disculpas para que el regusto que les quede de ese amor no sea tan amargo.
Sucedió este domingo. La organización les ponía cara a cara, y los recuerdos de ese año escaso de romance que vivieron provocaba que las emociones se pusieran a flor de piel y que, entre lágrimas, acabaran por pedirse perdón. Porque ambos se han hecho mucho daño y no quieren que eso es lo que quede en la última página del episodio conjunto que han escrito en su vida.
«Me llevó a una situación extrema y actué como lo sentía«, explicaba Melyssa a Carlos Sobera, que le recordaba las palabras del marroquí en una entrevista con ‘Lecturas’ en la que este la calificaba de «fría y calculadora» mientras trataba de hacernos ver que él quería ser un caballero, pero que los reproches y los ataques recibidos por su ya expareja, no se lo permitían.
Anoche se miraron a los ojos y se dijeron cuánto cariño se guardan. Él, incluso, le pedía disculpas si, una vez regresaron del grabar el espectáculo televisivo, sintió que le daba esperanzas de una nueva oportunidad: «Si tú piensas que te he engañado, lo he hecho sin querer. Salimos de la isla y estaba perdido, claro que tenía sentimientos por ti y te quería, no te voy a olvidar de un día a otro». Ella no dudaba en aceptar las disculpas: «Mira, te perdono. Lo único que necesitaba es una explicación para cerrar puerta. Te lo agradezco porque me siento aliviada y necesitaba entender por qué».
Ambos acababan entre lágrimas, porque llegaron a la isla como una pareja marcada por los celos y que tenía que comprobar si lo suyo tenía un futuro que no existe… Pero un futuro en el que, cada uno por su camino, no se quieren guardar rencor por respeto a todos los buenos momentos de los que han disfrutado mientras les ha durado el amor.
«No quiero vivir con rabia, no te deseo ningún mal, necesitaba esto… una explicación. Yo también te quiero pedir perdón por decirte esa palabrota que sé que te duele. Ahora sí puedo cerrar completamente este capítulo, no lo entendía», zanjaba Melyssa en uno de los momentos más emotivos de ese debate. Una escena que provocó que se hiciera el silencio en un plató en el que suele haber algarabía.
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