Aunque Kim Kardashian nació y creció en Estados Unidos, no olvida sus orígenes. Concretamente los de su familia paterna que emigró a mediados de 1900 durante las persecuciones en Armenia, consideradas por muchos historiadores como un genocidio. Precisamente el año en el que se cumplía el centenario de este triste acontecimiento, en 2015, fue la última vez que la celebrity visitó el país. Cuatro años después ha vuelto con toda su familia para cumplir el sueño de bautizar allí a sus hijos. Aunque ha faltado Kayne West, le ha acompañado su hermana Kourtney que ha viajado también con sus hijos y a todos ellos se les ha podido ver camino a la principal catedral cristiana del país, una de las más antiguas, que está ubicada en Ereván, a unos 20 kilómetros de la capital.
De blanco
Ha sido un paseo multitudinario por la gran expectación que ha levantado la presencia de la familia Kardashian en los al rededores del templo y por el numeroso personal que acompañaba a las protagonistas de ‘Keeping up with the Kardashians’.
Kim Kardashian iba vestida con un traje gris, de cuello alto, manga larga y una falda que le llegaba hasta los pies cortada al bies. Llevaba el pelo suelto y unas chanclas como único accesorio. El resto de la familia vestía completamente de blanco. Su hermana Kourtney, lucía la misma melena larguísima y al natural que Kim, pero elegía una falda en color hueso y una camiseta blanca de manga larga para asistir a la ceremonia. Todos los pequeños West-Kardashian lucían conjuntos que se movían en todas las tonalidades del blanco. La mayor, North West, llevaba un conjunto de pantalón y chaqueta tipo kimono en color crudo, con zapatillas de ballet y un gran collar.
Su hermano Saint, vestía un conjunto que le hacía parecer la viva imagen de su padre, con prendas oversize y zapatillas de deporte. La pequeña Chicago, llevaba un sencillo vestido cruzado y las mismas zapatillas de ballet que su hermano mientras que Psalm, el último en llegar a la familia y de tan solo unos meses iba con un sencillo conjunto de pantalón y camiseta.
Kim, muy atenta con sus fans
Kim Kardashian tuvo bonitos gestos con todos los que se le acercaron, se hizo selfies y saludó a todos sus fans armenios. La celebrity y empresaria cumple así uno de sus sueños y rinde el mejor homenaje a la familia de su padre a quien Kim se sentía muy unida y que precisamente hace una semana se cumplían 16 años de su fallacimiento, hecho que la empresaria compartió con sus seguidores de Instagram con una imagen de su álbum familiar. Un viaje emotivo que pasará a formar parte de la historia de los West-Kardashian.
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