La aventura valenciana de Tamara Gorro y Ezequiel Garay está tocando a su fin. Era verano de 2016 cuando el matrimonio, después de su periplo ruso, regresaba a España, a la capital del Turia. Ella, siempre lo ha dejado todo por acompañar a su marido. Y en Valencia han hecho su vida estos últimos cuatro años (el mensaje de apoyo de la ‘influencer’ a su marido).
Ahora, todo indica que harán las maletas. Garay comenzó hace un año a negociar su renovación con el club ché (que se encuentra inmerso en una serie de polémicas fruto de las decisiones que se han tomado, sobre todo, en las áreas extradeportivas). Le hicieron promesas, tal y como él aseguraba en un vídeo publicado hace unas semanas en Instagram. Las mismas que se diluyeron cuando se lesionó de gravedad el pasado invierno.
¿Hacia dónde les llevará el fútbol? Aún es una incógnita, y la única manera de que se quedaran en la ciudad sería fichando por el Levante. Una mera conjetura, porque ni siquiera hay rumores de ello. Máxime cuando estamos ante un final de temporada atípico en el que muchos de los jugadores han tomado la decisión de seguir más allá del 30 de junio, fecha fijada en los contratos del fútbol profesional, para terminar la competición.
Semana de cambios
Tamara ya advertía la semana pasada que esperaban días de cambios. Días raros. El lunes, hacía hincapié en esa idea con un mensaje en el que manifestaba que no iba a ser una semana más en su vida: «Arranca una semana de sentimientos encontrados…«. Quizás, encontrados por el deseo de seguir en esa ciudad que tan bien les ha tratado, pero deseosos que esa pesadilla del tira y afloja con el club llegue a su fin de una vez por todas.
Eso no era todo, porque este día 30, Tamara colgaba una imagen con dos frases que resumen a la perfección su paso por la capital valenciana: «¿Los mejores recuerdos? Los momentos vividos». Porque no hay duda de que, aunque el último sorbo deje un regusto amargo, han tenido tiempos muy dulces allí.
Ezequiel daba por finalizada esta mañana su etapa como jugador valencianista. Lo hacía con una cariñosa dedicatoria en su cuenta de Instagram, junto a unas fotos de cuando llegó o del día que fue campeón de la Copa del Rey con sus compañeros. «Eternamente agradecido… Gracias por tanto familia, jamás podré olvidar lo vivido y disfrutado. ¡SIEMPRE AMUNT!», ha escrito.
Y siempre juntos. Ellos y la familia que han construido. Eso, es lo que más claro tienen en el mundo. Esperaremos a que nos cuenten cuáles son sus planes de futuro, porque siempre han sido tremendamente generosos con la comunidad virtual que les respalda.
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