Más allá de su relación personal, sobre la que mucho se ha escrito, Lady Di y Sarah Ferguson siempre han despertado interés por sus looks. Mientras que Diana de Gales siempre ha sido admirada por sus elecciones estilísticas y sigue siendo fuente de inspiración casi tres décadas después de su muerte por su manera de interpretar las tendencias y combinar las prendas esenciales de cualquier armario, Sarah Ferguson ha cargado con la etiqueta de ser más extravagante y menos acertada que su cuñada. Pero aunque parezca raro, fueron muchas las veces que ambas parecían haberse puesto de acuerdo para elegir sus looks a la hora de acudir a un acto oficial o a un evento familiar.
Ambas se conocían desde la adolescencia, y de hecho fue Diana de Gales quien le presentó a Sarah al príncipe Andrés. Vivir tras los muros de palacio no siempre es tarea fácil, y ellas se dieron apoyo mutuo durante los 80 y los 90, cuando estaban casadas con Carlos y Andrés y compartían confidencias sobre los asuntos familiares, la maternidad y sus respectivos compromisos oficiales. Quién mejor que ellas para entenderse y empatizar con una vida real que nunca fue fácil para ninguna de las dos. De hecho, ambas acabaron divorciándose y jugando un papel muy diferente a medida que pasaban los años.
En aquellos tiempos, tanto Diana como Sarah eran protagonistas de los tabloides. Los titulares no solo apuntaban a sus relaciones matrimoniales o esos ‘fallos’ en sus funciones a los que la prensa británica es tan aficionada, sino también a sus elecciones de moda. Ambas eran referente para muchos mujeres por sus acertados looks de invitada, por su manera de lucir los atuendos de inspiración marinera tan del gusto de los años 80, los trajes de falda y chaqueta que eran imprescindibles en los armarios de los 90 o los estilismos en tonos pastel.
Diana y Fergie abrazaron todas aquellas tendencias y nos demostraron que su sintonía personal también se trasladaba a sus looks, dejando para el recuerdo imágenes en las que ambas parecían casi hermanas luciendo el mismo atuendo. Repasamos aquellas imágenes royals que son testimonio de toda una época y de dos mujeres que revolucionaron la monarquía británica en términos de estilo.
Ascot siempre nos ha regalado algunos de los mejores estilismos royal. En 1987, Diana y Sarah acudían juntas a las famosas carreras de caballos luciendo dos trajes de chaqueta de inspiración navy. Mientras que Lady Di apostaba por un dos piezas de seda a rayas azul marino y blanco diseñado por Roland Klein y un sombrero firmado por Philip Somerville, Sarah Ferguson brillaba con un traje de falda azul marino y chaqueta de mangas abullonadas y cierre asimétrico con sombrero a juego.
Si Ascot siempre es cita obligada para los Windsor, la Navidad en Sandringham no lo es menos. En 1985 ambas acudían juntas a esta cita escogiendo atuendos muy similares: Sarah Ferguson con un total look azul marino con chaqueta peplum y gorro a juego con detalle de pelo y Lady Di con un traje navy con solapas azul claro a contraste y un sombrero con pluma en el mismo tono. Con los salones de tacón sensato que eran tendencia, ambas coordinaron sus looks de nuevo.
Un clásico que no pasa de moda y que siempre es un acierto. Diana de Gales y la duquesa de York lo sabían bien por eso coincidieron eligiendo esta prenda para una importante celebración: los 89 años de la Reina Madre. La foto está tomada en la que era su residencia, Clarence House, en agosto de 1989. Más allá del print, las siluetas guardaban también similitudes: de largo midi, manga corta y recurriendo a los detalles drapeados que siempre sientan bien.
El rojo era uno de los colores favoritos de Lady Di y en esta ocasión ambas compartieron looks en este tono. La cita fue, de nuevo, en Ascot. Era 1990 y mientras que Diana apostó por un traje bicolor con una arriesgada combinación, rojo y malva, que años después Meghan Markle también haría suya, Sarah prefirió un look monocolor en ese tono. Las chaquetas, ambas cortas y de cuello redondo, unieron aquellos looks coronados con pamelas muy similares a juego.
Los trajes de chaqueta fueron, durante muchos años, la mejor opción de ambas para los actos oficiales. En 1990 se dieron cita en el balcón del Palacio de Buckingham para conmemorar el 50º Aniversario del Desfile de la Batalla de Gran Bretaña. Diana escogió un traje verde manzana y Fergie apostó por un traje de chaqueta corta en blanco, pero el detalle que las unía eran los grandes botones dorados que distinguían sus diseños. Diana fue un paso más allá luciendo unos pendientes a juego.
Sumando los armarios de Diana y Sarah, no faltaban trajes de ningún color. En esta ocasión, coincidieron escogiendo los tonos más claros de la paleta: Fergie, con un traje blanco de chaqueta cruzada y botones dorados, Diana, con una opción bicolor en blanco y vainilla de cuello redondo firmado por Catherine Walker. La imagen fue tomada en Ascot, en 1991.
La Semana Santa era otra de las citas familiares que siempre unía a Sarah y Diana. En 1991 posaban sonrientes tras asistir al servicio religioso en la capilla de San Jorge, en Windsor. Y lo hacían convirtiendo el rosa pastel en protagonista de sus looks. Fergie, con una chaqueta en ese color con falda de flores a juego. Y Diana, apostando por los cuadros en blanco y rosa, un print que le pudimos ver en más ocasiones.
Fuente: Leer Artículo Completo