Colin Farrel, adicciones, fracasos y vídeos porno

Los rumores se han confirmado: Colin Farrell interpretará al Pingüino, el supervillano en la próxima entrega de ‘Batman’, que está ahora rondándose y se estrenará en 2021. El actor además acaba de vender su residencia en Hollywood, una casa de estilo inglés, con cuatro dormitorios, tres cuartos de baño y 220 metros cuadrados.

Empezó pidiendo 1.350.000 euros y ha acabado rebajando casi 200.000. Eso sí, solo ha necesitado dos meses para encontrar comprador. O sea, la vida le sonríe y por fin, a los 43 años, parece haber sentado cabeza lejos de las drogas, el alcohol, los vídeos porno y los grandes fracasos de taquilla.

«Tuve seis o siete años de ascenso meteórico», recordaba el actor en 2019, refiriéndose a sus principios y a cómo, con poco más de 20 años, se convirtió en una de las estrellas más prometedoras del cine. Fue la época de sus grandes juergas en la que le atribuyeron romances con todo tipo de famosas, y no siempre recomendables: Angelina Jolie, Demi Moore, Michelle Rodríguez, Britney Spears, Carmen Electra, Lindsay Lohan y la modelo Kim Bordenave, con la que tuvo su primer hijo en 2003.

Poco después llegó su mayor fracaso: Alejandro Magno. «Fue un fiasco extraordinario de taquilla. Me fui corriendo a una estación de esquí porque así podía esconderme detrás de un pasamontañas. Necesitaba esa lección, una cura de humildad».

La desintoxicación

Su carrera no remontó y su vida parecía fuera de control, así que en diciembre de 2005 ingresó en un clínica de desintoxicación. «Un día me planteé que iba a ir a Nueva York, me iba a comprar 2.000 euros de heroína y me la iba a meter hasta que muriera. La otra opción era cambiar. Elegí la correcta», contó en 2013.

Pero los problemas siguieron. Vivió un breve romance con una modelo de ‘Playboy’ llamada Nicole Narain y no se les ocurrió otra cosa que grabar un vídeo sexual que acabó en Internet. El actor acusó a su ex de haberlo filtrado y de intentar hundir su carrera. Al final, ambos firmaron un acuerdo privado, pero la grabación siguió en la red y cuando él tuvo su segundo hijo con la actriz polaca Alicja Bachleda-Curu, los padres de ella recibieron una copia.

Más extraño fue lo suyo con Elizabeth Taylor, sobre todo por la diferencia de edad: él tenía poco más de 30 y ella, casi 80. Farrell lo ha descrito como «una relación romántica que nunca fue consumada. Me hubiera gustado ser su octavo marido pero no llegamos a tiempo».

En 2018, volvió a ingresar en una clínica de rehabilitación. Dijeron que se trató de una medida preventiva para evitar que recayera. También ha demostrado ser un gran tipo. En 2007 recogió a un vagabundo de las calles de Toronto, se lo llevó a comprar ropa, le dio dinero para que iniciara una nueva vida y le aconsejó que buscara ayuda para dejar el alcohol, como él ya había hecho. Un año después, el sintecho concedió una entrevista en la que aseguraba: «¡Colin Farrell me salvó la vida!».

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