Han pasado más de tres meses desde que la princesa Charlène de Mónaco aterrizase en Sudáfrica para un viaje oficial centrado en la conservación de la fauna salvaje. Una grave infección otorrinolaringológica ha impedido su regreso al Principado, y su asistencia a citas tan importantes como la celebración de sus diez años de matrimonio con el príncipe Alberto. Y todo hace indicar que, al menos por el momento, su vuelta a casa no será inminente: volverá a pasar por quirófano.
El propio Palacio del Principado de Mónaco emitía esta misma mañana un nuevo comunicado en el que informaba que pese a las operaciones realizadas en este tiempo, la última el pasado 25 de junio, la princesa tendrá que someterse a una nueva intervención «de cuatro horas» este mismo viernes 13 de agosto. La buena noticia es que, como bien informan, «el príncipe Alberto y sus hijos, el príncipe heredero Jacques y la princesa Gabriella se unirán a ella durante su período de recuperación».
A pesar de la sorpresa inicial y de la preocupación generalizada que ha provocado la noticia tanto dentro como fuera del Principado, la información llega tan solo unas semanas después de que la propia Charlène de Mónaco informase sobre la complejidad en el proceso de recuperación de dicha afección y la necesidad de una nueva intervención para lograrlo.
Por el momento se desconocen más detalles, pero no hay duda de que ahora la princesa contará con un apoyo fundamental durante los próximos días para superar, de nuevo, este revés: el de su familia. Estar lejos de ellos, a pesar de que la comunicación ha sido constante en todo este tiempo, ha sido complicado para la princesa de Mónaco.
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