Cada nueva temporada las casas de moda dictan sobre las pasarelas y en las presentaciones de sus colecciones las tendencias que reinarán en cada estación. Si bien las propuestas varían en función de las corrientes de moda que imperen en el momento, existen prendas que permanecen siempre como aliadas eternas de cualquier armario. Los pantalones vaqueros, los trenchs, las camisetas básicas y, como Sara Carbonero sabe, las camisas blancas.
La periodista, que conoce bien cómo crear estilismos de éxito aptos para cada ocasión, compartió ayer en su perfil de Instagram una imagen en la que enseñó que, el legado de esta camisa, todavía sigue vigente.
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En su muro de Instagram publicó dos imágenes en las que posa frente a una pared roja luciendo un conjunto sencillo formado por unos pantalones vaqueros negros y una camisa blanca oversize con un solo bolsillo en la zona del pecho: una reinvención de una de las piezas más básicas que resulta perfecta para vestir como comodín y añadir, aún así, un twist diferenciador al conjunto.
La versatilidad de la camisa blanca es amplia ya que puede llevarse tanto con jeans como Sara Carbonero enseña o bien con pantalones sastre e incluso con faldas de tubo.
Desde hace décadas las referentes de moda más seguidas del panorama artístico nos han enseñado que esta prenda es uno de los imprescindibles de cualquier armario a través de nombres de celebridades icónicas como Jane Birkin y también de otras figuras actuales como Caroline de Maigret o Jeanne Damas.
Está comprobado: la camisa blanca siempre ha sido uno de los trucos de las francesas para lucir cualquier outfit con estilo, pero desde hace años ha salido de sus fronteras imponiéndose también como una pieza fundamental en los looks más seguidos del resto del globo terráqueo.
Esta pieza atemporal además permite una gran cantidad de puestas en escena posibles ya que se puede lucir con todos los botones abotonados y añadirle algún accesorio como un collar u opciones más arriesgadas como las corbatas o, sino, seguir las pautas de estilo de Sara Carbonero y apostar por un guiño más sensual desabrochando los botones hasta el escote, una opción que nunca falla. Y todavía hay más: se puede lucir por fuera o por dentro de la prenda inferior con la que se combine, pero también remangada para añadir un toque informal al atuendo o en su versión más elegante, la que se viste estirada y abotonada en el puño.
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