Hay un único tema con el que Belén Esteban no transige: su hija. No permite que nadie se meta en ese terreno. Ni siquiera el padre de la joven, Jesulín de Ubrique, y la mujer de este, María José Campanario. En la tarde de ayer volvimos a asistir, en el plató de ‘Sálvame’, a una nueva advertencia de la colaboradora al matrimonio.
Pero, ¿qué es lo que ha pasado? Todo comenzaba con la información del último parte médico de Humberto Janeiro. Belén le deseaba una pronta recuperación. También, tras ser insistida, deseaba que Campanario, que ha tenido varios ingresos hospitalarios en los últimos años, se encontrara bien en estos momentos. Hasta ahí, con esa cordialidad que siempre ha mantenido la de Paracuellos del Jarama cuando se trata de temas de salud, todo normal.
Sin embargo, le sacaban a la palestra unas declaraciones de la periodista Carmen Pardo en ‘Viva la vida’ que no hacía sino verbalizar lo que María José le estaba transmitiendo. Unas declaraciones en las que hablaba de un presunto acuerdo de custodia entre Belén y Jesulín por su hija, Andrea, para que el padre la viera cada 15 días, y que provocaban que la Esteban saltara como un resorte.
«¡No me provoquéis! ¿Sabes si es verdad lo del acuerdo cada 15 días? ¿Estás segura de que no tienen contacto los hermanos? ¡Siempre echando la culpa a la misma, que soy yo!», comenzaba Belén, que una vez encarrilada no tenía ni la más mínima intención de frenar en seco. «Solo voy a decir una cosa. ¡A una se le pagan los estudios y a otra no se la paga nada! Es verdad que la he puesto en el disparadero muchas veces, de lo cual me arrepiento, pero que no me provoquen», añadía dolida.
Era entonces cuando se daba cuenta de que no debía entrar en esa guerra, pero daba la puntilla: «Lo que más me duele que como mi hija se entere me va regañar encima. Pero esa señora no tiene ni idea. ¡Ni idea! Es verdad que me pidió que cuando cumpliera 18 años… y lo quiero seguir cumpliendo. Y muchas veces es muy difícil para mí. Porque son muchas cosas. Ya está bien. ¡Que no es verdad! Cada 15 días se la tenía que llevar. Ahora tiene 21 y dónde está. ¿Dónde? ¡Que no le hace falta!».
Belén, que no es la primera vez que reacciona ante las provocaciones de su ex y de la actual mujer de este, abandonaba el plató muy enfadada, y al grito de «hasta los huevos estoy«. Cuatro palabras más que descriptivas de cómo le revuelve que se toque este tema.
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