El estreno de ‘Rocío, contar la verdad para seguir viva’ ha puesto a Antonio David Flores en el ojo del huracán. Pese a que Telecinco haya decidido apartarlo de su puesto de colaborador en ‘Sálvame’, el ex guardia civil ha vuelto a romper su silencio para valorar el duro testimonio que su exmujer, Rocío Carrasco, ha dado sobre los años que vivieron juntos y las consecuencias de su turbulento divorcio. Preguntado por los reporteros de Europa Press y ‘El programa de Ana Rosa’ sobre las declaraciones de la tata Irma, quien ha negado públicamente la versión que dio la hija de Rocío Jurado en la última emisión de la docuserie, Antonio David se ha mostrado aliviado de que haya gente que salte a la palestra para contar “la verdad”.
“Me parece bien que la gente que ha estado ahí durante tantos años atrás ahora vaya saliendo voluntariamente para contar su verdad y vaya quitando caretas y desmintiendo la serie documental de Rocío. La gente tiene que ser valiente porque ya está bien de demandas y de amenazas”, declaró.
Sobre la dura acusación de su exmujer, la cual aseguró que una vez le devolvió a su hijo con el brazo roto tras varios días desde que se cayera de una litera, el andaluz se mostró tajante. “Prefiero no hablar de ese tema porque mi hijo era pequeño… Ya está su madre para hablarlo”, señaló con gesto serio.
Aunque estaría dispuesto a contar su versión de los hechos, Antonio David lamenta el veto al que ha sido sometido. “Como bien sabéis, estoy silenciado. No puedo entrar en directo en ningún sitio y no me parece que sea justo. El mensaje que me gustaría enviar no se va a enviar puesto que nadie me da la oportunidad de hablar en directo. Ese día tendré el derecho de replicar, pero hasta ese momento tengo que esperar”, recordó.
Para terminar, quiso dejar claro que tiene “la conciencia tranquila porque al final los que están en mi casa son mis dos hijos”. “Después de todos estos años lo que me avala es mi labor como padre a pesar de que ahora haya mucha gente intentando desvirtuar esto. Mis hijos se han criado tanto con su madre como con su padre. David con 17 años optó por vivir conmigo, que la gente se pregunte por qué. Estoy tranquilo, contento, los tengo en casa, disfruto de ellos y esa es mi mayor recompensa. No pido más».
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