Almudena Cid: \

«No me imaginé acabar 2019 y empezar 2020 trabajando de actriz. Es mi ilusión, mi sueño, tendría que pagar por ello», repite Almudena Cid, con la que celebramos su elección mientras posa con estilismos para el nuevo año. Y es que la mujer de Christian Gálvez es una caja de sorpresas. Lo mismo se atreve a escribir, a interpretar y… ¡hasta cocinar! Porque ya nos demostró en la pasada edición de ‘MasterChef Celebrity’, que ganó Tamara Falcó, su destreza entre los fogones. Ahora la veremos en ‘El secreto de Puente Viejo’. De sus proyectos personales y profesionales hablamos con la exgimnasta en esta entrevista, en la que nos confiesa cómo afronta 2020, un año muy especial para ella…

Exgimnasta, escritora…

El deporte me dejó un vacío y lo he llenado con la interpretación. Es una profesión muy intermitente pero cuando te dan la oportunidad de estar en una serie diaria, como es mi caso…

Y en verano llegó ‘El secreto de Puente Viejo’.

Sí, me quedé sin vacaciones, y encantada de la vida. Hasta las Navidades no paré, y lo necesitaba. Aunque aproveché para rodar el corto de un amigo.

Pero tú ya habías trabajado de actriz en ‘Rabia’ y en capítulos sueltos de otras series.

Nada que ver con el serial de Antena 3. Doy vida a Manuela Sánchez, la mujer de confianza de la familia Solozábal. Tenemos en común la perfección, pero nada que ver a la hora de mostrar las emociones. Ella se parece más a la Almudena gimnasta.

Haces de madre postiza.

Sí, de tres chicas a las que saco unos años, pero no tantos como parece, porque como me tiñeron el pelo de negro… Hay quien no me reconoce.

En lo laboral, 2019 ha sido redondo: la serie, ‘MasterChef Celebrity 4’…

A ‘MasterChef Celebrity’ no hubiese entrado si ‘El secreto de Puente Viejo’ hubiera llegado antes, fue casi por descarte.

¿Te sorprendió que ganara Tamara Falcó?

No me sorprendió nada. El talent es algo que hice y ya está. Me quedo con la experiencia de Paco Roncero, con quien aprendí de cocina el mes y medio que estuve yendo ocho horas diarias a su restaurante.

¿Qué aprendiste de cocina?

Pues a limpiar calamares, por ejemplo (risas).

Eres especialista en reinventarte.

Es que el reciclaje me lo enseñó mi abuelo. Y aprendí de él que tienes que escucharte, para saber lo que te puede hacer feliz. Si la gente ve en mí a alguien que se ha dedicado íntegramente a una profesión y que luego puede darlo todo en otra, estoy ofreciendo un mensaje positivo.

Hablas de tu abuelo, la familia es importante para ti.

Pues sí, este año necesitaba pasar las Fiesta con los míos. Mi abuelito falleció y estuve con la familia en Vitoria, luego tocó ir a Madrid, con los suegros. Si es que me fui de casa con 13 años, y a mis dos hermanos apenas los conozco. Tengo pendiente un viaje con ellos a Japón; de hecho, tal vez tenga que ir para la retransmisión de los JJ. OO.

Volviendo a la buena racha de 2019, también recibiste premio.

Sí, un CiBRA, el Festival del Cine y la Palabra de La Puebla de Montalbán, en Toledo. Me lo concedieron por haberme reinventado, romper barreras, y luego que tengo mis libros de Olympia, que entrego ya el número 17.

Y 2020 no se presenta mal.

Va a ser un año redondo, sí. Christian (Gálvez, su marido) y yo cumplimos 40, celebramos nuestro décimo aniversario de boda, Tokio 2020… Por los diez años de casados haremos una fiesta vikinga o renacentista, con todos vestidos de Leonardo da Vinci (risas). Tengo que buscar tiempo para organizarlo todo.

¿Sientes nostalgia de tu etapa olímpica?

Tengo recuerdos extraños y agridulces, pero si miro atrás todo fue aprendizaje. Acepté muy bien mis cambios internos y externos, me adapté a cada situación. Veo a una mujer valiente a la que recuerdo en muchos momentos para afrontar nuevas situaciones. Yo no dejo de aprender de quien fui para volver a ser otra. Me está sirviendo para la interpretación. Siento que no parto de cero.Estoy feliz porque creo que he encontrado mi sitio.

En tu nueva faceta laboral, ¿ayuda tener a tu lado a alguien que trabaja en este mundillo?

Para mí Christian no es una ayuda, es un pilar de mi vida, aunque me sienta una mujer completamente independiente.

¡Menudo piropo!

Valoro mucho su opinión, de hecho lo tengo machacado.

¿Y eso a qué se debe?

Cada vez que me llega el guión, grabo el audio, él me da la réplica… Tengo montón de pistas en mi móvil. Me ayuda un montón y por la noche intento que veamos juntos el trabajo, para que me dé su opinión. Y también es a la inversa. Cuando pasó lo de ‘Pasapalabra’ y se incorporó a ‘El tirón’ yo le repetía lo bien que lo hacía, la naturalidad. Si es que parece que lleva haciendo ese concurso toda la vida… Yo le admiro un montón, y él a mí. Lo importante en una pareja es la admiración mutua.

¿Cómo vivisteis la tormenta ‘Pasapalabra?

Con más normalidad de lo que la gente cree. Él es una persona que se ha adaptado a muchos cambios en su vida, de hecho, pasó de ganar un premio Ondas por ‘Desesperado club social’ a trabajar en una juguetería, de lunes a domingo. Cuando Telecinco tuvo que dejar de emitir ‘Pasapalabra’ (ahora lo hará Antana 3), vivió un periodo de tristeza por los compañeros y por las personas que le seguían. Le dicen y escriben cosas tan bonitas… Yo creo que le van a seguir diciendo ‘el de Pasapalabra’.

¿Alargarán ‘El tirón’?

No lo sé, pero al final necesitamos formatos de cultura y entretenimiento, yo abogo por este tipo de formatos televisivos, y él vale para ello, tiene una cultura general… Ha sabido llevar muy bien la situación, admiro cómo la ha llevado. Ahora ya está adaptado a ‘El tirón’.

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