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Hace dos años se unían en matrimonio en su rancho privado a las afueras de Nueva York. El actor de Hollywood Richard Gere y la activista gallega Alejandra Silva han querido recordar en su segundo aniversario de bodas el especial día en el que se convirtieron en marido y mujer con emotivas palabras en su perfil de Instagram.
‘Hoy es el día en que me casé con el hombre más maravilloso que he conocido, sé que suena cliché, ¡pero es verdad! Desde mi corazón, estoy muy orgullosa de estar contigo, de compartir esta vida contigo, de ser la madre de nuestros hijos, de ser tu amiga, de ser tu esposa. ¡Este hombre me hace tan feliz! Él es el amor de mi vida‘, confiesa Alejandra con varias instantáneas de este momento mágico.
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Un día en el que el amor era el motivo de celebración en una ceremonia budista –religión que ambos profesan– y donde los tres vestidos de novia que lució Alejandra acapararon toda la atención. Tres piezas únicas, originales y más bonitas de los últimos tiempos del mundo nupcial con los que la gallega brilló con esencia propia demostrando su estilo más personal.
El vestido de su madre
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Fue el atuendo más especial de todos con una carga muy emotiva. Un diseño vintage, el mismo que lució su madre el día de sus nupcias años atrás. Fue el primer vestido que Alejanda lució para la ceremonia religiosa: blanco roto, de inspiración victoriana, cuerpo de encaje con transparencias, cuello cerrado con vainicas bordadas y manga francesa. Este delicado top estaba acompañado de una falda larga vaporosa con un pequeño volante y fajín en la cintura. ¿El detalle azul tradicional? Estaba en sus pendientes, regalo de su cuñada Laura –hermana de Richard–.
El más sensual
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Es cierto que no tiene nada que ver con el primer estilo con el que la novia apareció en la celebración, pero la belleza del mismo es indiscutible. Esta impresionante creación es obra del diseñador israelí Yaniv Persy, artífice de auténticas maravillas y amigo de Silva. El segundo vestido tenía una clara inspiración romántica con escote en forma de ‘V’ que combinaba las transparencias y el encaje, además de protagonizar un escote vertiginoso en la espalda rematado con un gran lazo blanco.
“Reflejaba la espiritualidad del evento y la feminidad de Alejandra”, explicó Persy a Vanity Fair en 2018. “Ambos pensamos que era la opción perfecta. Fue amor a primera vista”. Y así fue según demuestra la complicidad entre el vestido y la novia fotografía tras fotografía, un sueño hecho realidad.
Para irse de fiesta
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El último traje era ideal para disfrutar de una buena fiesta. También estaba diseñado por Yaniv Persy, aunque este era mucho más moderno. Con un claro homenaje a sus raíces con el volante, “era muy español y resaltaba los hombros de Alejandra”, apuntaba el diseñador. Estaba bordado a mano con varias perlas de Swarovski por todo el diseño y fue confeccionado con chifón de seda.
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