Alaska: ‘‘Hacer crónica rosa en radio lo considero un premio’’

Hay quien dice que las personas positivas tienen mucho a su favor y algo de cierto debe haber, porque si a alguien le ha venido de cara el año 2020, esta persona es Alaska. No sólo porque ha sustituido a Concha Velasco en ‘Cine de Barrio’, un clásico de Televisión Española, también porque después de una larga gira por toda España, ha desembarcado en Madrid, en uno de los teatros con más solera de la capital, el Teatro Calderón, con ‘La última tourné’, en la que comparte cartel con Bibiana Fernández, Mario Vaquerizo, Manuel Bandera, Marisol Muriel y Cayetano Fernández. Un plantel de lujo para una comedia que nos devuelve a los noventa, y en la que la cantante interpreta a una vedette cómica.

Olvido, qué sorpresa descubrirla en su faceta de actriz.

También para mí lo ha sido, lo descubrí en la anterior obra en la que colaboré con Bibiana y Manuel Bandera. Y lo que iba a ser una colaboración de un par de fines de semanas se convirtió en 80 fines de semana. Y ahí fue donde descubrí que el teatro me gusta a morir, igual que los conciertos.

Hacer de vedette es un reto para usted, o me equivoco…

Bueno, ya grabé un disco con Fangoria con ese tipo de canciones que a mí me gustan mucho. Recuerdo que hicimos un poco de vedetismo, una gira en la que no faltaba la bajada por la escalera con plumas y todo eso. Reconozco que es un mundo al que le tengo mucha querencia. Yo soy de esa generación que llegamos a ver esos espectáculos cuando éramos adolescentes.

Un género que los jóvenes actuales no han conocido.

Pero hay mucha gente que todavía recuerda a Lina Morgan: yo la llegué a ver en el teatro igual que a Addy Ventura.

¿Han pensado en recoger el guante de seguir haciendo revista en tono de humor?

Hacer un espectáculo como los que se hacían cuando estaba en pleno auge la revista, es una fantasía, porque había de todo, un mago, una bailaora… Me encantaría, pero de momento no hemos pensado hacer algo así.

Bibiana ha sido vedette de verdad.

Y Manuel Bandera ha sido bailarín con Bibiana, con Concha, y todos de alguna manera venimos de ese mundo.

Mario, no.

Hace de italiano falso en este caso, pero bien. Nosotros tenemos la suerte de que Félix Sabroso ha escrito los personajes para cada uno de nosotros; Félix es además el director y eso nos ha allanado el camino.

A usted, ¿quién le ha enseñado a mover el culo como lo mueve?

Es un numero precioso que da mucho juego y que ya hizo María Barranco en “Las cosas del querer”. Mi papel es muy agradecido porque cuando eres la guapa, y no es el caso, tienes que estar bien siempre. Mario dice que cuando a él se le empieza a inflar le peluca que lleva puesta, le da igual, porque cualquier cosa que haga juega a su favor, tratándose como se trata de cómico.

Al actuar en lugares diferentes, ¿se han visto obligados a adaptarse a cada tipo de público?

No, todos los artistas tendemos a meter algo de nuestra cosecha, aunque sean chascarrillos divertidos, pero en este caso los quitamos enseguida porque no sería justo para el autor que ha invertido tanto tiempo en adaptar los textos a nuestra personalidad.

El público de Madrid es difícil, ¿cómo está respondiendo con lo que está cayendo?

Te sorprenderá saber que el público que va a vernos es en su mayoría gente joven, algunos de los cuales van por primera vez al teatro, y eso es porque han conectado con nosotros a través de la televisión y, como en mi caso, con mis discos.

¿Los habituales tienen miedo a salir?

Yo creo que sí, tienen reparo, y los que van lo hacen para apoyar el teatro, para que no desaparezca, de igual manera que yo voy a la cafetería a tomarme un café para que no la cierren. En estos momentos hay mucha solidaridad con los artistas, con quienes trabajamos en el teatro porque saben lo mal que está todo, y también porque son lugares donde se extreman las medidas de seguridad.

¿Teme que se decrete el confinamiento si los contagios siguen aumentando?

Nosotros haremos lo que tengamos que hacer. Lo importante es que el productor es muy serio y se ha lanzado, tenemos previsto estar en Madrid hasta el mes de abril. No olvides que estamos hablando de una compañía de varietés, en el Teatro Calderón que es un clásico, y vamos a hacer la temporada como se hacía antes, lo que nos permitiría cerrar una semana o dos si así lo decide Sanidad. Ojalá que no se de esa circunstancia.

Colabora en radio, televisión, y presenta ‘Cine de barrio’, ¿de dónde saca tiempo para llegar a tantos sitios?

A esRadio voy los martes y los jueves; los domingos colaboro con Cantizano en Onda Cero. Además, hago entrevistas a grupos de Rock en Amazon, y presento “Cine de Barrio” en TVE, que grabo los lunes ya que es mi día de descanso en el teatro. Y en los huecos, aprovecho para escribir los guiones.

¿Alguna vez soñó con sustituir a Concha Velasco?

Por un lado, mi fuero interno me decía: claro que sí, cómo no te van a llamar a ti si todo el mundo sabe que lo has defendido desde los Pegamoides. Conozco el tema, conozco a los guionistas, a los directores, y soy una defensora a ultranza y fans del espacio desde el primer día.

Estaba predestinada a presentarlo.

Ha sido un regalazo.

¿La propuesta le llegó en el momento oportuno?

Sí, otra cosa maravillosa fue el traspaso con Concha. Primero fue telefónico, pero en el momento que se publicó que yo lo iba a presentar y ya se podía contar, Concha llamó a casa, y cuando mi madre me dijo que era Concha, me temblaban las piernas.

¿Tenía miedo de lo que pudiera decirle?

No sé, me temblaban, pero cuando me dijo: “Olvido, que estoy muy contenta porque yo sé lo bien que has hablado siempre de nuestro cine, y que tú además te preparas mucho las cosas…” Después, cuando llegó al plató para presentar su último programa a la vez que yo empezaba el primero fue muy emocionante.

¿Habrá más películas musicales?

Tenemos programadas una de Manolo Escobar del 82, “Todos los hombres sois iguales” del 95, y las de María José Alfonso y Alfredo Landa, de ese año. Se ha ampliado el repertorio porque se cumplen los 25 años.

En estos 25 años se han repuesto 1.200 películas.

Que forman parte de nuestra historia social, política, porque son un reflejo de lo que hemos vivido en este tiempo. Por ejemplo, Todos los hombres sois iguales ya se emitió en el 2004. Aunque mucha gente piensa que sólo se ponen las de Paco Martínez Soria, y no es verdad, se ponen esas y las de otros muchos artistas.

2.000 invitados han pasado por “Cine de Barrio”…

La pena es que muchas de esas personas, de esos artistas, ya no están, y otros se han retirado, de ahí que la gente joven ni siquiera sabe lo que han hecho, y ésta es una manera de darles visibilidad.

Mantener tres millones y medio de espectadores es un triunfo.

Son espectadores muy fieles, de ahí que “Cine de Barrio” sea un servicio público porque, aunque Televisión Española tiene varios espacios dedicados al cine, cada uno tiene su personalidad. Un cine que tiene que ser para todos los públicos por la hora en que se emite.

El cine español ha sido muy denostado y hoy es casi de culto.

Es la razón por la que poniendo esas películas se pone en valor la industria, pues basta recordar que ésta ha sido muy importante en nuestro país, y también se pone en valor a todos los actores y actrices de esa época, ya que hay actores como Landa que hasta que no han hecho un papel serio no se les ha reconocido.

De adolescente, ¿qué tipo de cine veía?

Yo tengo mi vida partida porque mis primeros diez años los viví en México, e iba con mi madre a ver las películas de María Félix, cine mexicano en su mayoría, y no es hasta que nos vinimos a Madrid en el 73 cuando descubro este cine del que hablamos. Yo conozco España a través de esas películas y de la prensa del corazón.

Que no ha demonizado.

Cómo la voy a demonizar si yo leía las revistas y las leo todas. Por eso, presentar Cine de Barrio es un regalo para mí. Igual que hacer crónica rosa en un programa de radio lo considero un premio.

De ahí que se le respete tanto.

Yo vengo de una educación donde abría una revista y veía a Concha Velasco, con su marido y los dos niños de vacaciones, o a Norma Duval con los suyos, no era una exclusiva era lo normal. Y eso es lo que hacemos Mario y yo, hemos crecido con eso, él porque es periodista y yo porque lo he visto siempre.

¿Cómo vivieron el confinamiento, siendo tan activos como son?

No voy a engañarte, lo viví bien. Porque no podía hacer nada, ya que no estaba en mi mano. Rapté a mi madre, me la llevé a mi casa y me convertí en su cuidadora social, y a las horas que había que darle el desayuno, desayunábamos, ya la hora que quería acostarse, la acostábamos.

¿Mario lo llevaba bien?

Mario adora a mi madre y estaba encantado de que estuviera con nosotros, pero había momentos en los que no podía más porque a él le gusta salir, ir al teatro, y le resultaba muy duro. Ahora, antes de ir a ver a mi madre, me hago el test, porque tengo mucho más miedo.

¿Más que en marzo o abril?

Sí, porque el confinamiento como era obligatorio, no me planteé otro tipo de cosas; ahora, en cambio, al salir e ir a trabajar, tengo que tomar más medidas, más precauciones.

¿Entiende a los negacionistas?

Puedo llegar a entender que haya gente a quien no le gusta que el gobierno imponga el estado de alarma, pero estas personas deben entender que estamos hablando de una pandemia que se ha llevado a miles de personas, que se contagia y no se tiene claro cómo. Esto es una guerra y va a tener las mismas consecuencias a niveles económicos y sanitarios.

Quién podía imaginar una cosa así.

Nadie, por eso lo que a mí me preocupa es que mi madre esté bien, y que lo que le quede de vida lo pueda vivir tranquila.

¿Aprenderemos algo de lo que está ocurriendo?

No, ya lo estamos viendo. Hay gente que aprende como yo, porque soy más retraída, y lo de la mascarilla no me parece mal, en eso soy muy japonesa.

¿Qué extraña de la vida anterior al covid?

Hay cosas como los abrazos que sí extraño, y eso que yo no soy tocona, pero creo que esto nos está viniendo bien porque tenemos que ser más cuidadosos con la higiene.

¿Un consejo a los jóvenes?

Se puede salir, pero siguiendo las instrucciones de Sanidad.

¿Quién es Alaska?

Nació el 13 de junio de 1963 en Ciudad de México. A los 10 años se traslada junto a sus padres y abuela materna a vivir en Madrid.

Trayectoria: A los 13 años, comienza a frecuentar El Rastro con El Zurdo, cantante de Los Pechugliglios. Colaboró con Bazofia, adoptando el nombre de Alaska. En 1978 se inicia en el rock junto a Kaka de Luxe, banda de orientación punk. Es cuando conoce a Nacho Canut, Carlos García Berlanga y ManoloCampoamor y, juntos, forman Los Pegamoides. Durante un tiempo acompaña a Radio Futura y al dúo formado por Pedro Almodóvar y Fabio McNamara. Gracias a su participación en ‘Pepi, Luci, Boom y otras chicas del montón’, comienza a participar en tertulias de televisión. En los 90 reanuda su trabajo con Nacho Canut, con quien sigue colaborando. Ahora la podemos ver en Madrid, en el Teatro Calderón, con la ‘La última Tourné’, hasta el mes de diciembre. Se ha hecho cargo de la presentación de Cine de Barrio, de TVE, recogiendo el testigo de Concha Velasco.

Familia: El 29 de diciembre de 1999 se casa en Las Vegas con Mario Vaquerizo, ceremonia que repiten por lo civil en mayo del 2011 en Madrid.

La foto favorita de Alaska

“Me gusta esta foto porque estoy con un grupo de amigos, personas que han apostado siempre por sus carreras, todos supervivientes”

Alaska, breves respuestas a grandes preguntas

Tiene una piel maravillosa.

Es genética, pero sí me la cuido, voy a Maribel Yébenes o a Carmen Navarro, pero es muy importante desmaquillarte antes de acostarte.

¿Hace ejercicio?

Hacía Pilates, pero lo dejé. Sí camino mucho, al teatro voy andando todos los días.


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