Tatuajes en verano: cómo cuidarlos y protegerlos

Seguramente sepas que el verano no es la época más idónea para hacerte un tatuaje. Nuestra piel está continuamente expuesta al sol, no podemos bañarnos en la playa ni en la piscina y el riesgo de contraer una infección es mayor. Además, el sol degrada las tintas y altera y atenúa los colores.

Esto es importante saberlo porque cuatro de cada diez españoles afirman tener al menos un tatuaje (de hecho somos los segundos europeos que más tienen, solo superados por los italianos y los sextos del mundo). No hablamos de una moda pasajera, sino de todo un fenómeno mundial ya que para mucha gente es una forma de expresar sus gustos, sus ideas y sus recuerdos.

Para saber cómo proteger y cuidar nuestros tatuajes en verano, en Nivea han elaborado una lista de consejos para, si ya tienes uno o varios, o estás pensando en hacértelo ahora, mantenerlos limpios y libres de cualquier infección.

Acudir a un centro homologado

Si escogemos un estudio no homologado o a un aficionado, nos arriesgamos a que el diseño no solo no quede bonito, sino también a sufrir algún problema de salud. Hay determinadas tintas que pueden producir reacciones alérgicas o intolerancias aunque en España existe un listado de tintas homologadas que deben ser las únicas que se utilicen. De lo contrario, nos arriesgamos a que nos produzcan algún efecto adverso. Igualmente, los estudios homologados cuidan la desinfección del instrumental y utilizan siempre herramientas desechables.

Retirar el film trasparente a las 6 u 8 horas

Al terminar el tatuaje, el artista tapa la zona con una lámina transparente que se debe retirar pasadas unas 6 u 8 horas para que la piel respire.

Evitar mojarlo los primeros días

Es importante mantenerlo seco para que empiece el proceso de curación y se puede utilizar un parche de ducha elástico para que no se moje al bañarnos o ducharnos. En verano, evitar el agua supone también renunciar a la piscina y la playa durante 10 o 15 días. En este caso, no se debe solo a que la humedad pueda motivar una infección, sino a los productos químicos presentes en el agua de la piscina, y a la posible contaminación y las bacterias que hay presentes en el agua de la playa.

Limpiarlo 2-3 veces al día

Debe lavarse con frecuencia, al menos 2 veces al día, con jabón neutro o antibacteriano y agua tibia. No hace falta frotar ni ejercer presión, solo pasar con suavidad el jabón y aclararlo con agua. No hay que saltarse nunca la limpieza, especialmente en los primeros días. De esta manera, se reduce el riesgo de que se formen costras, que podrían dejar cicatrices y estropear el diseño.

Secarlo a toquecitos

Al secarlo, no hay que frotar para no acentuar la irritación. Se puede secar con una toalla de un tejido muy suave, con una gasa o con papel de cocina, con ligeros toquecitos hasta que se absorba toda la humedad.

Aplicar una crema hidratante adecuada

Otro paso importante en la rutina de cuidado. Una buena crema para cuidar los tatuajes debe aportar una intensa hidratación, para mantener la piel flexible y libre de infecciones. Por ello, las más adecuadas son aquellas que tienen menos cantidad de aditivos y que se aplican fácilmente para no irritar la zona dolorida.

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Evitar el sol

Es el consejo más difícil de cumplir en verano, pero es imprescindible. Hay que proteger el dibujo de los rayos solares durante las 2 o 3 primeras semanas. Puede taparse con un apósito o directamente con la ropa y después nunca olvidar la aplicación de protectores solares con FP alto o muy alto.






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