¿Eres de las que apura hasta el final para volver a la peluquería? La pereza gana la batalla frecuentemente, y entonces nos vemos sentadas ante el peluquero mientras éste comenta: "no tienes nada de forma en el pelo". Y tú piensas, "madre mía, pero cuánto hace que debería haber venido…". A todas nos ha sucedido alguna vez, te entendemos. Sin embargo, y por mucho que cuidemos nuestra melena con mimo, a veces es difícil cuadrar la cita con nuestro horario infernal, y el corte de pelo se va retrasando y retrasando hasta que ya no hay remedio. ¿O sí? En este caso, la solución apela a un tema de prioridades. O apuestas por el corte más sofisticado y complicado de mantener, o te decantas por algo más sencillo que se mantenga intacto durante más tiempo. ¿Qué opción eliges?
© Leticia Díaz
Para todas aquellas que hayan escogido la segunda, tenemos buenas noticias. Estos cortes no tienen por qué ser aburridos. De hecho, estamos convencidas de que, en ocasiones, un desfilado o unas capas simples pueden suponer un cambio mucho mayor de lo que pensamos. Y no sólo eso, sino que su permanencia en el tiempo bien merece una alabanza. Vale, quizá no sean ese carré plongeant o ese microbob de tus sueños, pero, ¿sabes lo que sí son? Prácticos. Y dada la locura de tu rutina, esto debería ser suficiente para convencerte.
Piensa además que, cuanto más simple sea el corte, más fácil será de peinar, así que sales ganando por todas partes. ¿Lista para ver nuestros favoritos? Están todos en esta galería.
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