"¿Siempre sigues las normas?" Pregunta la siempre-bella Julia Roberts (aka Anna Scott) al siempre-encantador Hugh Grant (aka William Thacker) antes de colarse en uno de los maravillosos jardines privados de Notting Hill durante la noche de su primera cita. Ella, con su romántico recogido trenzado y su camisa satinada de inspiración oriental abierta dejando a la vista una camiseta espagueti un poco crop tan 90's como sus vaqueros rectos. Él, tan british como de costumbre.
Durante años estuve obsesionada con esa escena, la del primer beso de Notting Hill (Roger Michell, 1999), y la ultra-romántica (rozando lo cursi) canción de Ronan Keating, When you say nothing at all. ¿Quién no se ha imaginado alguna vez allí, sentada en el banco de madera de June y Joseph? Paseando por ese impresionante jardín, rodeado de flores de embriagador olor, como el osmanto de China, que sólo florece por la noche y es símbolo de amor y romance.
© Cordon Press
Ahora sabemos cuál sería el perfume que hubiese llevado Anna para recordar a diario la noche de su primera cita con William. Su nombre: Love Osmanthus, de Atelier Cologne, elaborado con esta flor noctura, el osmanto, cuyo aroma, entre sensual y cremoso, combina a la perfección con las notas cítricas de limones de Italia y el matiz de la madera de cedro americano. Una fragancia perfecta para románticas empedernidas y para quienes aman los perfumes fresquitos de frutas y flores que huelen como las primeras noches de verano.
© Cortesía de Atelier Cologne
Perfume Love Osmanthus, de Atelier Cologne COMPRAR
Si todavía no conoces esta marca, Atelier Cologne, apunta su nombre, porque Love Osmanthus no será el único perfume que te conquiste. Sus creadores, Sylvie Ganter y Christophe Cervasel, apuestan por las materias primas en su estado natural hasta el punto de que en esta fragancia hay un 93% de ingredientes de origen natural. También nos encantan sus sticks aromáticos para casa; en concreto, Orange Positano, un viaje sensorial a la costa Amalfitana.
¿Lo mejor? Que este no sólo podría ser el perfume de Anna Scott; también el de William Thacker, ya que la cologne absolue –así es como denominan los fundadores de la marca a sus extractos de perfume inspirados en el agua de colonia– no entiende de género porque son unisex. Imposible no imaginar a una de las parejas más emblemáticas del cine, 20 años después, compartiendo fragancia en su tocador.
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