Si aún te parece una locura mantener las cremas en frío y otros cosméticos como esta mascarilla que tonifica y cierra poros o este anticelulítico de farmacia con el que combatir la piel de naranja, es el momento de cambiar de opinión. Y qué mejor que el verano para empezar a coger el gusto a las bajas temperaturas en nuestra rutina de belleza.Porque una vez que tu piel entre en contacto con una crema fría, ya no vas a querer aplicarla de otra forma.
Tanto si en las instrucciones de un producto te indican expresamente que lo metas en la nevera para multiplicar sus beneficios como si no, hazlo. El efecto frío sobre la epidermis funciona como un perfecto calmante que mejora la hinchazón, refresca, purifica, aporta firmeza, suaviza, despierta la mirada y pone buena cara al instante.
No es casualidad que numerosas celebrities, entre ellas la francesa Vanessa Paradis, pasen un cubito de hielo por su rostro nada más levantarse. ¡Mejor que 8 horas de sueño!
Así, para iniciarte en este tipo de rutina como una profesional, a la que te aseguramos que te vas a enganchar, solo tendrás que imitarlas y hacerte con uno de sus gadgets beauty favoritos: las mini neveras para todos los cosméticos que puedas imaginar (cremas hidratantes, sérums, contornos de ojos, brumas, limpiadores faciales, rodillos faciales…).
El fenómeno fan llega tan lejos que en Instagram tienen su propio hashtag, el #beautyfridge, con más de 7.000 publicaciones en las que las adictas a la belleza comparten lo bien que quedan todas sus cremas dentro de las neveras más ‘cute’ que verás jamás. La propia firma australiana The Beauty Fridge arrasa en redes, pero también hay otras firmas como Cooluli o Flawless con sus versiones más asequibles e igual de efectivas.
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