Ahora que por el uso de mascarillas la mirada se ha vuelto la auténtica protagonista de nuestro rostro, no es solo momento de prestar especial atención a nuestro maquillaje de ojos, sino también de ver cómo sacarle el máximo rendimiento a los cosméticos que nos ayudan a embellecer el área ocular. La máscara de pestañas es un producto que, ahora más que nunca, no puede faltar en nuestro neceser, ya que es infalible a la hora de crear profundidad, resaltar y refrescar cualquier iris.
Sin embargo, a pesar de que la máscara de pestañas suele ser básica para cualquier mujer, los profesionales del color aseguran que solemos cometer dos errores al usarla. “Bombear el cepillo al sacarlo del tubo provoca que entre aire en el recipiente y el producto se seque y oxide con mayor velocidad», explica David Deibis, maquillador oficial de Perricone MD. El segundo es escurrir en el propio tubo el exceso de producto que hay en la punta del cepillo cuando este se saca; gesto que disminuye la durabilidad de la fórmula y, además, hace que las pestañas no estén tan curvadas y voluminosas como desearíamos.
Evitar el gesto de escurrir el cepillo hará que consigas un mejor acabado en las pestañas, ya que ese extra de producto es clave para conseguir un resultado perfecto. La forma de aplicarlo es sencilla: «Saca el cepillo y colócalo en vertical para aplicar el producto que creías sobrante, siguiendo la línea de las pestañas por debajo, como si aplicases un eyeliner. Después desliza la máscara en horizonal (manera habitual) y en zigzag: del interior hacia la nariz, del centro hacia la ceja, y del exterior hacia la sien, favoreciendo el efecto abanico ”, aconseja el experto.
De esta forma no solo aprovecharás mejor el producto, sino que también aplicarás la cantidad justa de mismo. Además, este nuevo gesto permite una mayor cobertura, aportando la cantidad justa de máscara desde la base para distribuirla a lo largo de la pestaña.
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