Cómo cuidar las uñas en verano

Las uñas se convierten en el foco de todas las miradas con la llegada de las altas temperaturas. El buen tiempo, las vacaciones o la alegría que desprenden estos meses de sol despiertan nuestras ganas por realizarnos manicuras y pedicuras más llamativas y arriesgadas y de hacerlo de forma más asidua, es indiscutible que su protagonismo estético crece notablemente con respecto al resto del año. Pero también su exposición a agentes agresores, es el caso del sol o el cloro, lo que hace imprescindible (prácticamente obligatorio) un cuidado más exhaustivo.

Presumir de uñas perfectas esta temporada de sol es lo que más deseamos pero para ello debemos tomar una serie de medidas que van más allá de usar crema hidratante a diario o quitar cutículas con frecuencia, requiere de una rutina beauty completa, al igual que hacemos con el rostro o con cualquier parte del cuerpo. No es únicamente por estética sino también para prevenir enfermedades o infecciones, como pueden ser los hongos.

Irene Palacios, manicurista de Slow Life House, centro de estética situado en Madrid, nos da algunas claves para mantener las uñas en perfecto estado toda la época estival.

La preparación es fundamental

No solo debemos prestar atención a nuestras uñas después de aplicar el esmalte sino también antes, y muchas veces nos olvidamos de este paso. «Lo mas importante de todo es realizar una buena manicura, una buena preparación de la uña: retirada de cutícula sin dañarla, limado de borde libre de uña e hidratación. Es la base para que tanto el esmaltado normal como el semipermanente duren más», apunta Palacios.

La base como protección

«Aunque siempre es básico, ahora en verano es más importante que nunca aplicar base antes de poner el color para no sólo proteger la uña, sino también para que el color se adhiera mejor y dure más, y finalizar con una capa de brillo o top coat», explica la experta. Un paso que muchas veces, por el tiempo que supone –debemos esperar a que esté complemente seca la uña para aplicar el esmalte–, pasamos por alto. Y sin embargo, como bien explica Irene, puede ser clave para que las uñas no se vean en mal estado las semanas posteriores a la realización de la manicura. «Recomiendo el uso de bases y tops de larga duración o esmaltado semipermanente que siempre te asegura que no hay perdida de color ni de brillo», apunta.

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Una hidratación minuciosa

«El cuidado es tan simple como mantener la cutícula bien hidratada», explica Irene, que no duda en resaltar este aspecto una vez realizada la manicura o pedicura. No habla de aplicar la crema hidratante habitual por las manos, tan necesaria en tiempos de gel higienizante, sino en hacer hincapié en la zona de las uñas. El resultado será notable.

Además, con la mirada puesta en el verano, la experta manicurista quiere resaltar ante esmaltados normales, cuya duración es menor, «se aconseja no realizar ninguna actividad que pueda implicar el dañado de la uña o el esmalte y no estar mucho tiempo en el agua».

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