Cómo aplicar correctamente la hidratante corporal

La base de una piel sana y bonita es la hidratación. No debemos olvidarnos de nutrir la piel por dentro con la ingesta adecuada de agua cada día, pero esta debe ser complementada por la aplicación de lociones corporales tópicas. Estas actúan proporcionando la humedad necesaria a las capas superiores de la piel, de forma que el agua y los nutrientes se quedan atrapados y evitamos la sequedad y la descamación de la piel.

Aunque esta es su función principal el sector de la hidratación corporal ha crecido mucho en los últimos años, lo que ha derivado en la creación de productos que además de esta función básica afrontan otros problemas de la piel más específicos, como las líneas de expresión o el acné en las espalda -aquí puedes aprender por qué salen y cómo tratarlos-.

Pero para obtener todos estos beneficios es importante ser constante con la aplicación y hacerlo de la forma correcta. Los expertos indican que lo adecuado es aplicar la loción corporal al menos una vez al día y para hacerlo de manera óptima, lo ideal es que sea después de la ducha, puesto que el agua caliente y el vapor, al contrario de lo que se piensa, puede resecar la piel, especialmente durante las condiciones climáticas del invierno. Por esto, aplicar la hidratación en este punto ayuda a que la humedad que ya está en tu piel permanezca y la dermis se mantenga suave e hidratada. Por otro lado, hacerlo después de la ducha es una forma de darle a este proceso un momento en tu rutina de cuidados, lo que dará lugar a que lo hagas al mismo tiempo todos los días y conquistes el hábito de aplicarla cada jornada.

El modo de aplicación es el siguiente. Debes secar la piel ligeramente con una toalla, permitiendo que quede cierta humedad sobre la dermis. Después aplica una buena cantidad por cada rincón de tu cuerpo incidiendo especialmente en los lugares donde la sequedad tiende a aparecer como codos y rodillas. Masajea enérgicamente para facilitar la absorción y si quieres que la experiencia sea aún más placentera puedes incorporar aparatos de masaje y herramientas que te permitan llegar a lugares de difícil acceso, como la espalda.

¿Cómo elegir la hidratante corporal para mi tipo de piel?

Todo depende del nivel de humedad de tu piel. Si tienes una piel seca o muy seca, debes optar por formulaciones espesas que contengan gran cantidad de aceites con concentraciones más altas de emolientes (como el aceite de jojoba o el escualano, un derivado del aceite de oliva que mantiene la piel perfecta) que proporcionen mayor nutrición a tu piel.

Si tu dermis es normal, puedes permitirte texturas más ligeras que se absorberán más rápido. Además de los ingredientes de cada una de ellas, podrás distinguirlas, porque mientras que las destinadas a las personas con piel muy seca suelen estar identificadas con los nombres de «crema» o «bálsamo», las que son formuladas para pieles normales se identifican como «loción». Seguro que entre estas 20 cremas corporales que hidratan y huelen bien encuentras la que mejor se adapta a tu piel.




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