Cómo afecta el estrés a tu piel y qué cremas te ayudarán a combatirlo

El estrés no solo se refleja en un cansancio extremo, dolores de cabeza o problemas de insomnio. La piel es uno de los órganos que más acusa su impacto negativo, por eso otro de los daños colaterales de la pandemia ha sido el incremento de las afecciones cutáneas. «Durante los periodos de estrés se producen cambios en la secreción hormonal con un aumento de cortisol y adrenalina. Estos pueden empeorar patologías como el acné o la dermatitis seborreica», explica el Dr. Carlos Morales, dermatólogo del Grupo Pedro Jaén. Y añade: «También aumenta el picor asociado a la dermatits atópica, lo cual intensifica el circulo vicioso prurito-rascado-dermatitis». Pero no solo eso, favorece la inflamación celular provocando hiperreactividad de la dermis y acelerando el proceso de envejecimiento. «Ocasiona una disminución del colágeno provocado por los fibroblastos y, por lo tanto, menor firmeza y más arrugas», dice la Dra. Natalia Jiménez, dermatóloga del hospital Ramón y Cajal y colaboradora de Bioderma.

Hoy se calcula que los genes condicionan un 25 % de las afecciones crónicas que sufrimos mientras que el exposoma – el conjunto de factores externos al que una persona se halla expuesta- sería responsable del 75 % restante. «Si nos referimos al exposoma de la piel, los factores principales que hacen que esta se vaya deteriorando son la exposición al sol, la contaminación, el tabaco, una dieta pobre, la falta de sueño y el estrés», explica la Dra. Jiménez.

De ahí que los especialistas nos insten a limitar al máximo los factores negativos y potenciar los positivos, lo que a su vez nos ayudará a reducir el nivel de estrés. «Es importante vigilar la alimentación, protegernos del sol, hacer ejercicio y dedicarnos un tiempo para el relax cada día», indica Juan Luis López, biólogo y director de marketing de los Laboratorios Avène.

Con la eclosión de las pieles estresadas, llega un boom de fórmulas minimalistas destinadas a reforzar la barrera cutánea. Sin embargo, los brotes necesitan cuidados personalizados. «El acné precisa de activos como el ácido salicílico o el retinóico, mientras que si hay un eczema optamos por cremas calmantes con D-pantenol o niacinamida», dice la Dra. Jiménez. ¿Y para paliar el exceso de radicales libres? «Sugiero antioxidantes tópicos como las vitaminas C y E, el resveratrol o la spirulina, además de fotoprotección y antioxidantes por via oral», apunta el Dr. Morales.






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