Así es la dieta del guerrero, un tipo de ayuno intermitente para perder peso

Ya hemos profundizado anteriormente en qué consiste el ayuno intermitente. Pero dentro de este tipo de dieta se incluyen diferentes métodos, dependiendo sobre todo del horario en el que se vaya a realizar la ingesta de comida y el ayuno. La dieta del guerrero es precisamente uno de ellos. Fue creada por Ori Hofmekler, un gurú del fitness y exmiembro de las Fuerzas Especiales israelíes, que se propuso combatir la obesidad inspirándose en el patrón de alimentación de nuestros antepasados cazadores, que pasaban largo tiempo sin comer antes de conseguir el alimento.

¿En qué consiste la dieta del guerrero?

Su premisa principal es realizar una comida principal al día, siendo la noche el momento elegido, para después pasar el resto de horas sin ingerir alimentos sólidos. Eso sí: hay varias condiciones. Una de ellas es que los alimentos que se tomen sean mínimamente procesados, priorizando los productos frescos, los vegetales, la carnes de calidad, las legumbres y los frutos secos.

Durante el resto del día se pueden tomar líquidos, como agua, café o té. El objetivo de la dieta del guerrero es perder peso, y esto se logra en teoría por dos motivos: por un lado el déficit calórico que existe al hacer esta dieta. Y por otro, que durante el ayuno nuestro cuerpo utiliza la grasa como fuente de energía y la quema.

¿Funciona la dieta del guerrero?

Aquí es donde reside la controversia. Quienes la han probado aseguran que sí, y no es extraño, ya que como hemos comentado antes se consumen menos calorías de las habituales. Pero quizá, lo que deberíamos preguntarnos es si realmente es una dieta sostenible. Y es esto precisamente lo que los estudios científicos han tratado de analizar.

Hasta ahora no hay ninguna investigación que respalde su eficiencia ni su método. De hecho esta dieta es obra de Ori Hofmekler, y el mismo admite en su libro The Warrior Diet que se inspiró en sus propias creencias personales como motor para elaborarla.

Sin embargo, sí hay pruebas de que el ayuno intermitente funcione. Investigaciones llevadas a cabo por expertos de la Universidad de Medicina de Viena, y del Queen’s Medical Centre de Nottingham, concluyeron que con el ayuno aumenta la tasa metabólica entre un 3,6 – 14%, ayudando a quemar más calorías. Por eso se cree que la dieta del guerrero, al ser un tipo de ayuno intermitente, podría tener beneficios similares.

Habrá que esperar a que la ciencia arroje algo más de luz.

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