Pocos días antes de que se decretara el estado de alarme en España, y a sabiendas de que su juicio de paternidad por la demanda interpuesta por Alexis Ledgard no iba a celebrarse por la crisis sanitaria, Edmundo Bigote Arrocet hacía las maletas y se marchaba a Panamá. Con la relación con María Teresa Campos rota desde hace meses, no había nada que le atara a nuestro país.
Días más tarde, Alexis alzaba la voz en su contra, sosteniendo que ese marcha al otro lado del océano, se debía al tiempo que tiene que pasar fuera del territorio español para no tributar aquí. Aprovechaba para despacharse a gusto con él y subrayar lo egoísta que a él le parecía todo lo que estaba haciendo. ¿La reacción de Edmundo? Ninguna.
Es más, un buen amigo suyo ha dado la voz de alerta, ya que asegura que lleva una semana sin poder contactar con él para saber si todo está en orden. Un tiempo más que suficiente para que este se preocupe y sostenga que Bigote estaría en paradero desconocido en medio de esta pandemia que todo lo inunda.
Era a ‘Socialité’ donde este amigo, Tony, expresaba su preocupación. En una pieza sobre esta información, desde el programa manifestaban: «Está ilocalizable, su amigo Tony no está muy preocupado porque desde hace una semana no sabe nada de él. Una situación extraña porque hablaban constantemente«.
Al parecer, Tony se puso en contacto con Arrocet tras la muerte, como consecuencia del Covid-19, del mago Montty, del que ambos eran amigos. Pretendía echar una mano a los familiares de este con una donación, pues su situación económica no debe ser muy buena. A día de hoy, sigue sin noticias de Edmundo, y le extraña que, con la relación fluida que mantienen, no le haya contestado al mensaje.
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