La familia real británica cumple con el aislamiento, pero sigue pendiente de sus tareas reales. Por eso, este miércoles Kate Middleton y el príncipe Guillermo han visitado, mediante videoconferencia, al personal de la Academia de Primaria de Casterton, de Place2be, la organización que trabaja por una buena salud mental con la que los duques están involucrados, para agradecerles su labor con los niños en estos tiempos de coronavirus.
A esta escuela asisten los hijos de quienes tratan de controlar la pandemia en el Reino Unido, desde empleados del servicio nacional de salud, supermercados o repartiendo lo que los británicos necesitan para sobrellevar la situación. Los alumnos han enseñado a los duques dibujos de sus padres y les han explicado lo orgullosos que están de ellos, cosa que han corroborado y agradecido Kate y Guillermo.
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Con ellos y con los responsables han bromeado y parte de la conversación la han compartido los duques en su cuenta de Instagram y así es como hemos podido ver cómo transcurrió el encuentro online. Los niños, como sus cuidadores, se han puesto orejas de conejo, les han mostrado los grandes arcoíris que han estado dibujando, les han regalado virtualmente un ramo de flores de papel de margaritas que han estado preparando durante tres días -la duquesa ha contado que al príncipe Louis le entusiasman estas florecillas y que pasa las horas en el jardín buscándolas, según ha añadido Daily Mail-, le han preguntado al príncipe cómo quieren que le llamen dentro de mil años -a lo que se ha preferido no responder-, e incluso le han reñido por no saber que lo que una niña lleva en su mano no es un bolso de papel sino una cajita de Pascua.
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El ambiente era tan distendido como logran los duques en sus visitas en persona, y el propicio para hacer una de las revelaciones a las que nos tienen acostumbrados. Cuando se estaban despidiendo y el personal de la escuela les deseaba felices pascuas, el príncipe ha confesado lo que su familia tiene pensado para las vacaciones en casa: “Se comerá mucho chocolate aquí, eso es seguro”, y Kate, que ha recuperado su anillo de compromiso para combinarlo con unos pendientes en forma de hoja de Zoraida London y jersey color mostaza con mangas abullonadas de Zara (está agotado), rápidamente le ha contestado que, en realidad, él siempre lo come. Es conocido que el príncipe Guillermo es muy goloso y que le pierde el chocolate. La tarta de chocolate con galletas es su favorita, tanto que fue uno de los postres que se sirvió en su boda con Kate Middleton.
Así pasan el confinamiento los duques con sus hijos, ahora de vacaciones de Pascua, en Anmer House donde llevan instalados desde que se suspendieron las clases en Reino Unido a finales de marzo. Es previsible que allí celebren incluso los dos años del príncipe Louis el próximo día 23 de abril con una pequeña fiesta familiar -Kate Middleton es una experta- con la que todos disfruten en familia. Desde Anmer House, en Norfolk, los duques atienden a sus hijos, los príncipes George, Charlotte y Louis, y continúan pendientes del resto de la familia y de la actualidad, además de seguir en su empeño por cuidar la salud mental.
Como ha ocurrido con la reina y, sobre todo, con el príncipe Carlos y Camilla, y otros royals como los reyes españoles, el rey de Holanda o Haakon de Noruega y la princesa Mette-Marit de Noruega, los duques de Cambridge también nos han mostrado parte de los despachos desde los que trabajan. Esta vez, en Anmer House, hemos podido ver muy poco: paredes de color crema, puertas de madera de un tono similar y un pequeño cuadro con un paisaje.
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