La lista de víctimas mortales del coronavirus aumenta cada día con cientos de nuevos nombres. En la tarde de ayer, una de las personas que se convertía en uno de esos nombres, era Paco Hernando, más conocido como El Pocero. El empresario nos dejaba a los 74 años tras no poder vencer al coronavirus.
Según recogen varios medios, el empresario del sector del ladrillo, llegó a la madrileña Clínica Quirón el lunes, a pesar de que llevaba con síntomas más que sospechos de estar contagiado con Covid-19 varios días. La decisión de permanecer en casa, según su entorno, atendía a que Paco no quería ocupar una cama que podría hacer falta para alguien en peore condiciones que él. Cuando vio que no podía luchar contra el virus solo, fue cuando acudió a centro médico. Demasiado tarde.
Paco saltó a la fama cuando el pinchazo de la burbuja inmobiliaria, cuando comenzó la construcción de una urbanización de 13.000 viviendas en el municipio toledano de Seseña. Un proyecto demasiado ambicioso que dejó a medias, con numerosos cabos sueltos y obras sin terminar por valor de 18 millones de euros, y se marchó a Guinea Ecuatorial.
En 2009, después de haber levantado un imperio de la nada, se convertía en una de las mayores fortunas de España. Eso sí, aquella huída dejando colgados a los futuros vecinos de Seseña, lehicieron convertirse en un rostro conocido con tintes negativos.
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