Si durante el invierno son los estampados de cuadros o de inspiración animal los que inundan todo a su alrededor, en primavera y verano los grandes protagonistas son los florales y los lunares. Es igual el tiempo que pase, tanto el print floral como los lunares vuelven cada año y su atemporalidad y pervivencia son innegables. Los lunares, además, se han convertido con su extrema sencillez en uno de los estampados preferidos de las royals, ya lo fueron de Lady Di y, ahora, es la Reina Letizia la que no duda en vestirlos sin parar. Respecto a las firmas, también se han posicionado como uno de los rasgos más definitorios de grandes nombres de la industria como Carolina Herrera, entre otras.
A pesar de su carácter eterno, este estampado sufre ligeras variaciones, que los adaptan a las tendencias de cada momento. El color o el tamaño acostumbran a ser las dos variables más cambiantes, sin embargo, este año es la forma de combinarlos lo que marca el camino fashionista. Siguiendo la corriente mix & match, los lunares de la primavera 2020 se mezclan entre sí, juntando sus dos colores más clásicos: el blanco y el negro.
Las pasarelas así lo propusieron, bien fuera a través de dos prendas diferenciadas, como ocurrió con la americana y falda de Balmain, o en una misma prenda que mezcla las dos versiones del print.
Asimismo, esta tendencia ya la vimos con mucha antelación. Concretamente durante la alfombra roja de los premios MTV celebrados en Sevilla, donde Rosalía apareció con un total look de Balmain que juntaba una americana blanca de lunares negros y pantalones palazzo con el print a la inversa.
También ha comenzado a aparecer sutilmente en el street style más reciente bien sea siguiendo el legado de Balmain y Rosalía con sastrería como con otras prendas.
¡Lo quiero!
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