Un año más, la Familia Real británica ha acudido a la Abadía de Westminster para asistir al habitual servicio religioso por el Día la Commonwealth, una de las jornadas de mayor relevancia en el calendario inglés. En esta ocasión, la expectación era todavía mayor ya que se trataba del último acto oficial de los duques de Sussex como miembros de la realeza tras su sonada renuncia y antes de partir a Canadá para comenzar su nueva vida alejada de palacio.
Un día histórico en la ciudad de Londres que ha vuelto a estar protagonizado por el que podemos bautizar como último duelo de estilo entre Kate Middleton y Meghan Markle, al menos como royals.
La duquesa de Cambridge, quien ha acudido en compañía del príncipe William, ha optado por rescatar de su armario el elegante abrigo en color rojo con detalles aterciopelados de Catherine Walker. Un diseño que ha combinado con stilettos de ante también en esta tonalidad de Gianvito Rossi y bolso a juego, al igual que la primavera vez que lo llevó, allá en 2018. Para aportar un toque más sobrio, Middleton ha sumado un tocado floral, también con el rojo como protagonista, de Sally-Ann Provan.
Un acertado estilismo que sin embargo ha quedado relegado a un segundo plano tras la espectacular elección de Meghan Markle. La todavía royal ha brillado con luz propia enfundada en un deslumbrante vestido entallado, de manga larga y falda lápiz en color verde protagonizado por una original capa asimétrica firmado por Emilia Wickstead
Para completar el estilismo, la ex actriz ha elegido salones en tono nude de Aquazzura y bolso geométrico en verde oscuro de Gabriella Hearst, una opción por la que ya había optado en otras ocasiones. El toque final, un tocado con ligero velo de William Chambers.
Sin duda, un día y un look que quedarán para siempre en la retina, no solo para la ciudad inglesa sino de la sociedad en general.
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