Parece que fue hace mucho, pero solo han pasado unas semanas desde que el príncipe Harry y Meghan Markle anunciaron su decisión de abandonar Londres (al menos, de manera temporal) para iniciar una nueva vida en Canadá.
Esta suerte de dimisión, que la prensa británica calificó como Megxit, se solucionó un mes después tras una reunión convocada por Isabel II, a la que asistieron sus dos nietos y su hijo, el príncipe Carlos. Horas después, la reina anunció que los duques de Sussex renunciarían a sus títulos y ya no representarían a la Corona, a pesar de seguir siendo nobles y duques, y de formar parte de la familia real británica.
Ahora, tras las primeras fotos (no oficiales) de Markle en Canada, paseando con sus dos perros y con Archie en brazos, muy feliz, hemos sabido que la pareja lleva una vida con un perfil bajo. Probablemente, porque después de una exposición pública como la que vivieron desde que la exactriz comenzó a vivir en Londres con el príncipe Harry, es lo único que deseen. Tampoco ayuda, seguro, la insistencia de los paparazzi, que tratan de pillar in fraganti a los protagonistas de este drama real. De hecho, la pareja ha amenazado con demandarlos si siguen instigándolos como hasta ahora.
Quizás por eso, y porque “se han sacado un peso de encima”, según una fuente que habló con la revista People, Markle y Harry disfrutan haciendo todo aquello que para el resto de los mortales resultaría incluso mundano. “A los dos les gusta pasar tiempo fuera y han disfrutado mucho haciéndolo. Les gusta hacer yoga, pasear a los perros y a Harry se le ha visto, supuestamente, comprando comida en tiendas locales”, aseguró este testigo. “Viven una vida tranquila. Van a pasear, hacen yoga y Megan cocina. Les encanta estar en casa tranquilamente con Archie y los perros”, resumió.
En cualquier caso, esta situación de calma no durará mucho tiempo. “Van a pasar muchas cosas en 2020 y tenemos muchas ganas de ver lo que ocurre”, aseguró otra fuente cercana a la pareja. Estaremos atentos.
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