Alba Carrillo se convirtió, contra todo pronóstico, en la segunda finalista de ‘GH VIP 7’, y no porque lo digamos nosotros, si no que la modelo estuvo a punto de abandonar el ‘reality’ en pleno ecuador. Sin embargo, sacó fuerzas y remontó su concurso hasta llegar a la gran final, aunque no tantas como para hacerse con el maletín, que cayó finalmente en manos de Adara Molinero. Sea como sea, la modelo terminó su concurso con una sonrisa de oreja a oreja y feliz por lo que ha conseguido, y sobre todo… ¡Con muchas ganas de volver a la realidad!
Reencontrarse con Santi Burgoa era uno de sus mayores deseos, que quizá ya se haya hecho realidad, pero había otro… Pasar tiempo con su familia, sobre todo con su madre, Lucía Pariente, a quien le confesaba en uno de sus reencuentros en la casa que “te he echado muchísimo de menos. Me haces mucha falta”, y su hijo. Y así ha podido hacerlo esta semana disfrutando con ellos de un planazo navideño.
Los tres han disfrutado en un centro comercial realizando algunas compras en varias tiendas de las que han salido cargados de bolsas. ¿Serían compras de última hora para esta Nochebuena y Navidad? Desde luego han pasado una jornada de lo más divertida y se han mostrado relajadas y cómplices disfrutando del plan.
Alba ya reaparecía públicamente tras el ‘reality’ este sábado en sus redes sociales para enviar un mensaje de agradecimiento a todos sus seguidores: «Por fin pude dormir porque el primer día no dormí nada. La verdad es que aquí fuera hay muchas cosas emocionantes», confesaba, «Gracias a todos los que me habéis apoyado, a los que habéis estado conmigo en los momentos más difíciles y a los que habéis confiado en mi. Os deseo una feliz Navidad. Iré adaptándome a la vida».
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