Si hay un tema que internet nunca parece dispuesto a zanjar, Star Wars: Los últimos Jedi es uno de los más destacados. Y ahora que el equipo de la película ha reabierto el debate, las tensiones vuelven a ser parte del toma y saca entre los fans y haters de la película.
Escrita y dirigida por Rian Johnson (Looper, Puñales por la espalda), Los últimos Jedi fue una película recibida con un odio exacerbado por parte de un espectro del fandom de Star Wars. Los ataques iban dirigidos a partes de la película que los críticos consideraban que rompían con normas previamente establecidas por las dos trilogías de George Lucas y las series y los libros que se produjeron en torno al universo de la saga galáctica. Por qué Leia podía sobrevivir (y volar) en el espacio exterior. Por qué Snoke resultó ser un villano irrelevante. Por qué los padres de Rey no son nadie importante en la urdimbre de personajes de la franquicia. Y sobre todo, por qué Luke se sacrificó de semejante manera.
La entrega previa a Los últimos Jedi fue dirigida por J. J. Abrams. Y a diferencia del Episodio VIII, El despertar de la fuerza sí tuvo un cariño más unánime por parte de los seguidores de Star Wars. El cineasta vuelve ahora para dirigir el Episodio IX después de que Disney se deshiciera de quien estaba previsto que se pusiera detrás de las cámaras: Colin Trevorrow, director de Jurassic World.
En su momento, un buen amigo de Abrams dijo en una entrevista que el cineasta le admitió que el guion de Los últimos Jedi era tan bueno que le habría gustado dirigirla a él. Pero esa narrativa parece haber cambiado. En una entrevista con The New York Times, Abrams admite que Los últimos Jedi estaba “llena de sorpresas y subversión y un montón de decisiones osadas”.
“Por otro lado, es un acercamiento algo meta a la historia”, añade también Abrams en su entrevista con el Times. “No creo que la gente vaya a ver Star Wars para que le digan, ‘Esto no importa’”. Pero por esa misma razón Abrams cree que la existencia de Los últimos Jedi es necesaria. En términos generales, dice el cineasta, “es una historia que creo que necesitaba un movimiento del péndulo en una dirección con tal de volver después”.
Los fans que detestaron Los últimos Jedi, tanto aquellos que poblaron las redes de narrativas que van desde la misoginia al racismo como los originalistas que solo querían defender el antiguo testamento de Star Wars, pronto se hicieron eco de las declaraciones de Abrams, devolviendo el debate en torno a la película a la primera plana del debate cinéfilo en redes. Los últimos Jedi llegó a ser trending topic en Twitter a lo largo del miércoles.
“El despertar de la fuerza creo que fue el inicio de algo bastante sólido”, dijo el actor John Boyega, que interpreta a Finn en la nueva triología, en una entrevista con Hypebeast. “Los últimos Jedi, si soy honesto, diría que la sentí un poco confusa. No estuve de acuerdo necesariamente con muchas de las decisiones tomadas en ella y es algo de lo que hablé mucho con Mark Hamill. Tuvimos conversaciones al respecto. Y fue difícil para todos porque nos separamos”.
El hecho de que el trío formado por Finn, Rey (Daisy Ridley) y Poe (Oscar Isaac) no compartiera tantas escenas como en el Episodio VII es algo que no terminó de convencer a Boyega porque se distanciaba de lo que convirtió a Han, Luke y Leia en un tridente tan icónico del cine.
“Diría que en las Star Wars originales había una mayor sensación de trío. Era, esencialmente, una historia sobre el viaje de Luke, pero había una dinámica muy potente entre Han y Leia que no sé cómo de rápido vamos a ser capaces de establecer en el Episodio IX”, añade Boyega. “Pero si exploramos esa dinámica, será guay. Creo que incluso después de tres películas no les conocemos tan bien como conocimos a Han, Luke y Leia. Y quizá esa sea una gran oportunidad para conocerles un poco mejor”.
Los espectadores saldrán de dudas en apenas unos días. Star Wars: El ascenso de Skywalker llega a los cines de todo el mundo el próximo 19 de diciembre.
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