‘La promesa’, La 1, avance semanal de los capítulos 86 a 89: Una boda en puertas

Esta semana en La Promesa, la boda se acerca y Cruz, Jimena y su madre alaban el vestido de novia. Tanta superficialidad se hace insoportable para Catalina, que además tiene que ver cómo su madrastra sale impune de la venta a traición del broche de las marquesas de Luján. Mientras, para Curro también es un día importante: ha llegado su tutor. De su desempeño en los exámenes dependerá su futuro académico, el cual parece no importar a su padre Lorenzo, que está más preocupado del testamento del barón.

Candela recibe un anónimo informándola de que conoce un oscuro secreto de su pasado. Ella intenta restarle importancia, pero Lope deduce que hay algo inquietante detrás. Por otro lado, gracias a Pía, Gregorio comienza a mostrar un lado más amable con el servicio. Esto, lejos de agradar a Rómulo, parece molestarlo, ya que desconfía de las intenciones del mayordomo. Y Jana tiene que soportar la frivolidad circundante a la boda con todas sus esperanzas puestas en que, al ver su avión reconstruido, Manuel recuerde su pasado y lo mucho que la amaba.

Catalina le enseña a Manuel el avión que ha arreglado con la ayuda de Jana. Sin embargo, la reacción de éste es muy distinta a la que esperaba. Catalina se lo cuenta a Jana, pero la doncella no se da por satisfecha. Quiere hablar en persona con Manuel, mirarlo a la cara. María Fernández le ayudará a quedarse a solas con él.

Pía le aconseja a Rómulo que le pida perdón a Gregorio, pero nada surte efecto

Por otra parte, todos felicitan a Curro por haberse convertido en un bachiller. Incluso Simona ha preparado el postre favorito del muchacho para celebrarlo. Pero Curro echa de menos una enhorabuena. La de su propio padre. Mientras, Catalina ha conseguido que la baronesa de Azahara le preste el broche de su madre para lucirlo en la boda de Manuel. Cruz lo considera una provocación y Catalina ya no esconde sus sentimientos.

Jana queda destrozada por la reacción de Manuel. María Fernández intenta consolar a su amiga, pero no es fácil, y menos cuando los preparativos de la boda entre Manuel y Jimena avanzan viento en popa. Además, Teresa está muy afectada por los remordimientos tras la muerte del barón de Linaja y a punto está de cometer una locura. Es un encuentro fortuito con Lope lo que evita el desastre.

María Fernández le pide ayuda a Martina para localizar a Salvador, y Martina a su vez habla con su tío, que promete hacer lo que pueda. Pía le aconseja a Rómulo que le pida perdón a Gregorio y Alonso habla con Manuel: ahora ya no tiene por qué casarse, gracias a la herencia tienen dinero suficiente y si Manuel lo pide, suspenderá la boda.

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