En lo que a cuidado de la piel se refiere, cómo secarse la cara bien no es algo a lo que se suela prestar mucha atención, pero es fundamental. De hecho, secar mal la cara puede suponer grandes problemas para la tez. Es más, lo normal a la hora de secarnos la piel con la toalla es hacerlo deslizando y arrastrando, aunque suavemente, para eliminar toda la humedad. Sí, seguro que leyendo estas líneas estás recordando tu yo de esta mañana con las cejas despeinadas y la cara roja. Pues he ahí el problema.
«Cuando secamos arrastrando la toalla, podemos irritar la piel, porque esto provoca una exfoliación continuada de la dermis y puede provocar un arrastre de aceites esenciales del tejido, alterando así su función barrera», explica Raquel González, directora de educación de Perricone MD. Es decir, la piel puede quedar dañada y mucho más sensibilizada ante los factores externos, por lo que se defiende peor.
¿Qué es Pat Dry?
Secar el rostro también tiene su aquel y hay que hacerlo correctamente. ¿Cómo? Con lo que se conoce como la técnica Pat Dry. O lo que es lo mismo, secar el rostro con pequeños toquecitos y con toallas suaves, lo que implica un proceso mucho menos agresivo para la piel. Y no solo eso, sino que le reporta grandes beneficios.
¿Qué beneficios tiene el Pat Dry?
«Cuando secamos con pequeños toques, estimulamos el tejido, lo que facilita que esté más receptivo a los sueros y cremas que vayamos a aplicar», comenta Diana Navarro, directora técnica de Boutijour. Se elimina, además la irritación que suponía para la piel.
A esto, se añade que «al haber menos irritación, se evitan posibles procesos inflamatorios, como los brotes de acné, sobre todo ahora, cuando las pieles están hipersensibilizadas por el uso de la mascarilla», añade Estefanía Nieto, directora técnica de Omorovicza.
Para que la piel esté aún más sana, además de cambiar el hábito de secado de la piel, lo mejor será optar por limpiadores suaves y que no irriten la piel.
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