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En los capítulos anteriores de Café con aroma de mujer, el hermano pequeño de Sebastián asumió el control de Café Élite, después de que este fuera detenido. En los capítulos 89 al 93 de esta semana en Café con aroma de mujer, Marcela seguía sin saber qué hacer con respecto a su embarazo. La joven fue a hacerse una ecografía a un hospital antes de tomar una decisión, pues necesitaba saber si la vida que crecía en su interior estaba sana y salva. La mediana de los hermanos Vallejo se emocionó y se asustó a partes iguales al escuchar el sonido del latido de su futuro retoño. A continuación, se presentó en el restaurante de Carlos, donde, por cierto, trabajaba ahora su hermana Paula, para mostrarle la ecografía a su amado Lemarcus.
Este último, tras ver la instantánea de su hijo, le preguntó a su novia si ya había resuelto qué hacer. Ella le pidió tiempo, pues todavía no tenía claro si convertirse en madre es lo que deseaba o no. «Si sigues presionándome de esta manera para que lo tenga, vas a conseguir el efecto contrario», le dejó claro.
Iván tomó el control de la hacienda
Mientras tanto, Iván decidió refugiarse en la hacienda tras ser despedido por Bernardo de Café Élite. En contra de los deseos de su madre y del resto de su familia, el hombre asumió el control de la finca cafetera. Entre sus primeras decisiones estuvo echar a Arthur, quien siempre había sido leal a Sebastián y a los empleados.
Por otro lado, Gaviota le pidió a Marcia, quien se había escapado de la mansión de Carlos Mario, ayuda para desenmascarar a este y a Iván. «Sin ti no podremos demostrar que Sebastián es inocente de los delitos que se le imputan y que esos dos tipos son los verdaderos culpables», comentó la recolectora. Mientras tanto, Julia temía que Iván atentase contra la vida de Fernando, para evitar que parte de la herencia de su padre fuera para este, por lo que decidió echar a su hijo de la hacienda cuanto antes.
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