‘Café con aroma de mujer’, resumen de los capítulos 84 al 88 de esta semana: Bernardo, el nuevo director

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              En los capítulos anteriores de Café con aroma de mujer, Marcela y Lemarcus pelearon por la decisión de tener o no el hijo que la primera estaba esperando, mientras que Sebastián descubrió que no es el padre de Sofía. En los capítulos 84 al 88 de esta semana en Café con aroma de mujer, la bomba explotó. Finalmente, se descubrió que alguien había estado usando Café Élite para lavar dinero y evadir impuestos. Todas las miradas apuntaban a Iván, sin embargo, la sorpresa llegó cuando la policía se presenta en las lujosas oficinas para detener a Sebastián.

              El hombre comprendió que ha sido víctima de una trampa por parte de su hermano, quien le había hecho firmar, en los últimos meses, una serie de papeles que le incriminaban, aun siendo inocente. Para evitar que Iván siguieran haciendo lo que quisiera con la compañía, en su ausencia, Sebastián otorgó todo su poder a Bernardo, que se convirtió en el nuevo director de Café Élite. Tras una tensa disputa con Iván, logró sacar a este de su despacho.

              Lucrecia se negó a ayudar a Lucía tras descubrir su traición

              Por otro lado, Lucía, que había sido expulsada de la casa de los Vallejo tras conocerse su aventura con Iván, visitó a Lucrecia en busca de apoyo. «Lo siento, pero no soy capaz de ayudarte después de saber que te acostaste con mi todavía marido», dijo Lucrecia. Este no fue el único golpe que recibió Lucía, pues, minutos más tarde, contestó una llamada de la policía, que le informó de que habían hallado el cuerpo de su padre. La mujer se había quedado sola.

              Por su parte, Gaviota se había trasladado a casa de Julia, junto con Carmenza. Ambas le ayudaron en la crianza del pequeño Fernando. Las tres se convirtieron en una piña tras enterarse de lo que estaba ocurriendo con Sebastián. Entretanto, Martín seguía en busca y captura, tratando de hallar a una nueva víctima para estafarle todo su dinero.


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