Pretty Woman, La boda de mi mejor amigo o Notting Hill fueron algunas de las comedias románticas que alzaron a Julia Roberts como una de las grandes estrellas de Hollywood a finales de los años 90 y comienzos de los 2000. Sin embargo, durante las dos últimas décadas, y a pesar de continuar dentro de la industria cinematográfica con títulos alabados por la crítica y el público, la intérprete no ha vuelto a contar con un papel protagónico dentro de este género.
«La gente a veces malinterpreta la cantidad de tiempo que ha pasado y lo asocia a que yo no he querido hacer una comedia romántica», explicaba la bautizada como ‘novia de América’ en una reciente entrevista para The New York Times. «Si hubiera leído algo tan bien escrito como Notting Hill o tan divertido como La boda de mi mejor amigo, lo habría hecho. Pero no existían hasta ahora con Ticket to Paradise, la película que acabo de rodar y que ha escrito y dirigido Ol Parker», añadía, dejando ver que el problema recae en los guiones que le han propuesto en los últimos tiempos.
Asimismo, Julia Roberts confesaba que su familia también ha tenido un gran peso en las decisiones que ha ido tomando en este tiempo. «También he tenido tres hijos en los últimos 18 años. Eso eleva aún más el listón porque entonces no se trata sólo de ‘¿Es bueno este material?’ También es la ecuación matemática del horario del trabajo de mi marido, el colegio de los niños y las vacaciones de verano», apuntaba la actriz.
Además de Ticket to Paradise, una de las películas más esperadas del año donde Julia Roberts ha compartido rodaje con George Clooney, la actriz también estrenará en apenas unos días una miniserie basada en el podcast Watergate de Slate titulado Slow Burn, llamada Gaslit. Un 2022 cargado de nuevos proyectos para Julia Roberts que puede presumir de estar en uno de sus mejores momentos a nivel profesional.
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