- Qué ha pasado en ‘La hija del embajador’: Se llevó a Melek a la fuerza hasta Montenegro para lograr así que Nare volviera al país
Después de haber recuperado a Melek de manos de Güven, Sancar visitó a Menekse en su casa y le pidió que regrese con él a la mansión. “Si tu me ayudas, sé que podré olvidarla”, dijo, haciendo referencia a su exnovia. Ya en su hogar, la pareja se metió en la habitación matrimonial y cerraron la puerta…mientras, Nare se quedó a pasar la noche en la pequeña cabaña en la que ella y su amado vivieron años atrás su fatídica primera vez juntos.
El dolor que le produjo recordar aquel momento, hizo que Nare arrancase la corteza de un árbol en la que, siendo una adolescente, escribió su nombre y el de Sancar. Con los dedos sangrando, se retiró a dormir o, por lo menos, a intentarlo.
Gediz le ofreció su ayuda a Nare
Al día siguiente, Sancar amanece en la misma cama que su esposa. Menekse le habló de que le gustaría tener hijos muy pronto y darle un hermanito a Melek. Efeoglu, que se sintió algo turbado ante la idea de ser padre de nuevo, le pidió a su esposa que no tocara el tema por el momento: “Quiero disfrutar de mi hija a la que acabo de conocer. No me presiones”.
Paralelamente, en Montengro, Güven se despertó en un antro de mala muerte, con signos visibles de haber pasado horas jugando y bebiendo hasta la madrugada. De nuevo, su “afición” a las apuestas le hizo perder todo el dinero que Efeoglu le entregó a cambio de Melek. Otra vez se quedí arruinado y le tocó recurrir a Akin.“Necesito que me de un préstamo para pagar la deuda que tengo con Tibor”, comentó con uno de sus hombres de confianza.
Por su parte, Nare se presentó en casa de Gediz. El chico, al ver sus manos malheridas, la curó y le ofreció nuevamente que se quede a vivir en su hogar. La joven, sintiéndose sola y desamparada, accedió. Además, le contó que pedirá legalmente la custodia de Melek, pero antes que nada, necesitaba un trabajo para poder mantenerla: “Estudié en la facultad y sé muchos idiomas. Me contratarán pronto”. Gediz, por supuesto, le prometió a ayudarla.
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