Mientras otros niños jugaban a fútbol, Bernardo Flores colgaba una cortina como telón y hacía teatrillo en su cuarto. «Crecí viendo novelas infantiles y quería estar ahí», asegura mientras charlamos por videollamada España-Colombia en esta entrevista. Ha estado viviendo allí en los últimos meses para rodar la temporada 2 de ‘Pasión de Gavilanes’, el ‘remake’ del clásico que llegará a Telecinco el 16 de febrero. No es su único proyecto, pues también puedes disfrutar de su intervención en ‘Express’, la serie de The Mediapro Studio para Starzplay. En esa aventura lo acompaña Maggie Civantos, en la piel de una psicóloga criminal que lidera un grupo de lo más diverso encargado de negociar en secuestros rápidos. El actor mexicano termina en sus filas pese a tener un perfil que a priori no encaja, su personaje se llama ‘Malasangre’ y es un exconvicto que genera pánico.
Está acostumbrado a interpretar personajes extremos, pues su carrera pegó un giro en su país natal cuando se puso en la piel de Lucho, el psicópata de ‘La Doña’. Y es que bajo ese aspecto de ‘galanzote’ de telenovela hay un intérprete capaz de asumir cualquier reto. Quédate con su nombre porque cuando lo conozcas como Juan David no te lo quitarás de la cabeza…
¿Qué destacarías de tu personaje en ‘Pasión de Gavilanes 2’?
Es el hijo mayor, respetuoso y caballero, el chico que toda madre quiere para su hijo/a. También es muy enamoradizo y algo tímido, aunque el amor lo lleva a ser muy travieso. Lo que más me gustó de él es que es distinto a lo que había hecho antes, pues es mi primer personaje que no es antagonista y resultó diferente interpretarlo. Es noble y estoy seguro de que gustará porque es un buen ejemplo para la familia.
¿Cómo ha sido la relación con tus hermanos de ficción, Sebastián y Juan Manuel?
Mis compañeros de reparto son unos buenos chicos, más pequeños que yo, así que la relación funcionó bastante bien. Cada uno de nosotros tiene cosas de nuestros personajes, poco a poco nos dimos cuenta, y eso hacía fácil todo el experimento en ficción. Además, me enseñaron mil palabras de Colombia [se ríe].
¿Cómo fue rodar con el reparto de la primera entrega?
Fue bastante ‘cool’. Me llevo muy buenos amigos.
¿Alguna anécdota o curiosidad durante el rodaje?
Aprender a montar caballo. Me caí varias veces, hubo muchos planchazos.
¿Cuáles son los puntos fuertes de la trama de esta segunda entrega?
Creo que toda la historia aborda un objetivo y es solidificar la unión de la familia, la familia siempre está contigo, sobre todo mi personaje que es en el que en más aprietos se mete
Los actores originales levantaron pasiones, nunca mejor dicho. ¿Cómo vas a llevar ser el nuevo ‘crush’ de las fans de la serie?
[Se ríe] Bueno, toca esperar su reacción. Lo único puedo decir es que el Juan David es puro cachondeo. Hay mucho beso, mucha cama, mucha piel, mucha pasión…
¿Habrá continuación?
Sería interesante, el público lo determinará…
De Colombia saltamos a España. ¿Cómo resultó trabajar en nuestro país gracias a ‘Express’?
Estaba buscando la oportunidad de trabajar allá desde hace mucho tiempo. No sabía que iba a llegar y lo hizo por sorpresa. Me presenté al casting sin tener ni idea de cómo era el personaje y lo hice ‘fresita’ (pijo) con camisa, el pelo largo, muy diferente a lo que fue. Para interpretarlo me transformaron, me cortaron el pelo, me tatuaron, subí de peso, era todo lo contrario a lo que hice en la prueba y fue bonito descubrir como el director vio algo más en mí. Me sentí como pez en el agua.
«En ‘Gavilanes’ hay muchos besos, mucha cama, mucha piel, mucha pasión… »
‘Malasangre’ sale de prisión y da un giro a su vida. ¿Crees en las segundas oportunidades?
Sí. La rabia de ‘Malasangre’ viene de una falta de cariño desde niño. Cuando se acercan y le dicen que tiene otra oportunidad. Lo que le cuesta es perdonarse, anda con asco así mismo. Antes no era así y se transforma porque le pasó algo en su vida muy difícil, le hicieron mucho daño y se promete que nadie se va a acercar a él. Se dedica a dar miedo.
¿Te identificas con su punto macarra?
Me gusta, pero yo soy muy distinto. Los directores me decía que soy el actor que menos se parece al personaje.
La serie habla de que la vida pasa muy rápido. ¿Nos perdemos cosas importantes por ir acelerados?
Sí. Estamos acostumbrados, en parte por la tecnología, a que todo se consume demasiado rápido: una serie, una noche de fiesta, relaciones cortas y esta historia nos recuerda que está bien parar y respirar. Yo tengo un tatuaje que dice ‘Respira y siente’. Hay que hacer todo antes de que nos vaya, por eso es importante abrazarnos, saber dónde estamos y valorar lo que tenemos. La magia de la vida está en valorar los pequeños detalles.
¿Cómo llevas que el físico sea tan relevante en tus trabajos?
Siempre que me llegan personajes atléticos le digo a mi representante que quiero hacer de gordito chistoso. Como actor tienes que estar todo el rato transformándote y eso es divertido.
En ‘La Doña’ interpretaste a un tipo bastante complejo…
Lucho era un psicópata con siete personalidades. No voy a tener otro personaje que me cueste tanto como este. Este tipo de papeles suelen llegar con más edad y agradezco haber vivido esa carga de trabajo porque aprendí más rápido. Era un tipo loco que hacía cosas terribles, mataba, y, al final, acabas cargando con su energía. Al terminar la novela, estuve un mes sin poder librarme de él
Creo que también cantas. ¿Disco a la vista?
Sí, iba a empezar a grabar mis canciones antes de irme a España. No he parado en este tiempo, pero eso se pausó. Tengo cinco sencillos escritos y compuestos por mí de música pop, latina y reguetón. Me influye Ricky Martin, Luis Fonsi y David Bisbal. Casi nadie sabe que canto, será un lanzamiento interesante. En mi mente suena increíble.
Vía: Cosmopolitan ES
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