La ausencia de Isabel II en el tradicional ofrenda floral del Día del Recuerdo, fecha que rinde homenaje a los caídos en la I Guerra Mundial y que cuenta con gran relevancia en el calendario real británico, provocó que todas las miradas se centrasen en Kate Middleton. La duquesa de Cambridge y futura heredera el trono británico eclipsó a los allí presentes con un sobrio estilismo protagonizado por un abrigo de Alexander McQueen con detalles en rojo que estrenó en 2018, que reafirmaba su título como una de las royals más elegantes del panorama internacional.
Aunque no sería únicamente su elección estilística lo que conseguiría despertar la atención de los medios, sino su posición en el acto. Habitualmente, los miembros de la Familia Real británica se sitúan en el balcón del Palacio de Buckingham para ser testigos de este homenaje y a su vez mostrar sus respetos, dejando el lugar del centro para la Reina de Inglaterra. Ante su ausencia sería la duquesa de Cambridge quien ocuparía esta posición, un movimiento que, según los expertos reales, no fue casual. ¿Por qué Kate y no Camilla?
«Con la Reina lamentablemente ausente, hubo una reorganización muy intrigante y posiblemente significativa del resto de miembros de la realeza, con Kate emergiendo y situándose como la mujer de más alto rango en el grupo», explicaba Judi James, experta en lenguaje corporal en declaraciones al The Daily Express. «No solo por tomar la posición central entre Camilla y Sophie, sino por sus señales no verbales mientras estaba en ese lugar», resalta.
James ha resaltado «la naturalidad» con la que Kate parece haber tomado este nuevo papel, así como la aceptación por parte de la duquesa de Cornualles. Un análisis que haría indicar que la cercanía con el trono está cada vez más cerca y que la crítica vería con buenos ojos: el ascenso de Kate Middleton y el príncipe William es una solución para muchos.
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