- Todos los invitados a la boda de Claudia Osborne y José Entrecanales.
- El original y romántico vestido de novia de Claudia Osborne.
- Ana Cristina Portillo, muy nerviosa por la boda de su hermana Claudia.
Bertín Osborne ya ‘ha casado’ a su hija pequeña. El artista ha tenido el honor de ser el padrino de la boda entre Claudia Osborne y José Entrecanales, primogénito del presidente ejecutivo, de Acciona celebrada el pasado 2 de octubre en la iglesia gaditana de San Miguel, en Jerez de la Frontera, «esta iglesia es de familia» como la ha definido el cantante; y es que en ese mismo templo se casaron en 1977 Bertín y Sandra Domecq, y ahí se dieron sus respectivos ‘sí, quiero’ las otras dos hijas del artista: Eugenia y Alejandra.
En esta ocasión era a su benjamina, Claudia, a quien Bertín llevó del brazo hasta el altar tras acompañarla en el coche hacia la iglesia, un camino en el que «ella venía más relajada que yo», confesaba el cantante y presentador a la salida del templo. Justo ahí también, Bertín daba unas pinceladas de cómo había ido todo: «la ceremonia ha sido estupenda, todo muy bien y tranquilo».
De todos modos, a pesar de la tranquilidad con la que transcurrió la boda, Bertín también confesaba que había habido lugar para las emociones en un día tan especial en el que además se acentuaban ausencias tan importantes como la madre de la novia, fallecida de cáncer en 2004, Sandra Domecq, a quien Claudia dedicaba un emotivo mensaje horas antes del enlace.
«Es mi niña pequeña, me he emocionado un poco», reconocía el cantante tras salir de la iglesia del brazo de María Carrión, madre del novio, José Entrecanales, de quien Bertín habla muy bien. A su niña pequeña, que ya tiene 32 años y que se ha labrado una carrera como coach profesional, daba el cantante su mejor consejo: «Que se divierta».
Un consejo que seguro que siguieron al pie de la letra tanto Claudia y su recién estrenado marido, como el resto de los invitados, entre los que no estaba finalmente Fabiola Martínez, pero sí el pequeño Carlos, el hijo menor de la venezolana y de Bertín. Tras la ceremonia, todos fueron a seguir celebrando la boda a la finca Santiago, propiedad de la familia materna y donde también se festejaron el resto de enlaces de la familia.
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